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Antonio Pérez Morte

Diario

Desde la ventana de mi estudio

Desde la ventana de mi estudio

Madrugo para leer a Juan Gelman con las primeras luces del día.  Desde la ventana de mi estudio de Zuera, donde duerme media vida,  contemplo los objetos del niño, del adolescente, del joven que fui y disfruto de nuevo de  un paisaje reconocido:  La iglesia de San Pedro, la Estación, la torre de Montoya, San Gabriel, San Mateo...   

Han pasado trenes durante toda la noche, pero ninguno se ha llevado esta calor sofocante que todavía dura.   Cuando Ana y los chicos despierten desayunaremos y saldremos para Zaragoza: Hay que comprarle la guitarra y las camisetas heavys a Pablo y una linterna naranja (otra más) para Juan...

Ya se ha despertado toda la familia:  ¡Ya han  acabado de retozar los chicos en el dormitorio comunitario! ¡Ya han sucumbido, también, las últimas provisiones de tortas de Zufaria!  

Partimos hacia la ciudad del agua después de despedir a mi madre.  Converso telefónicamente  con el infatigable Ángel Petisme, que no tiene suficiente con la desorbitante temperatura de Madrid y ha decidido marcharse a buscar algun grado más a Senegal. Quedamos en vernos a la vuelta. Hay muchas cosas por hacer y por contar:  Un concierto en Jaca, una exposición de Santiago Arranz...   aunque eso queda para dentro de unos días, porque ahora ya estamos llegando...     ¡Ya  vemos el Pilar!     La plaga de los expobuses...    ¡Ya!          

Cosas importantes no incluidas en la lista de la compra.

Cosas importantes no incluidas en la lista de la compra.

Abrazar.
Acariciar.
Apagar la televisión.

Beber agua.
Beber Roibós muy frío.
Besar.
Bloguear.
Caminar viendo montañas.
Cantar.
Chupar regalíz de palo.
Cocinar para los tuyos.
Contemplar un campo de ababoles.
Dar los buenos días.
Decirle a la gente que quieres, que la quieres.
Deshacer la cama.
Dormir la siesta.
Ducharte despacito con Moussel.
Escuchar el canto de los pájaros.
Escuchar la lluvia.
Escuchar Música.
Hablar sin prisa.
Hacer el amor si se ha deshecho.
Indagar en la obra de  Santiago Arranz.
Jugar en el pasillo.
Leer un cuento.
Leer narrativa.
Leer poesía.
Llevar al parque a Juan.
Llorar de emoción.
Mirar al cielo.
Madrugar.
Oír a José Luis Albite.
Olvidarse el reloj.
Olvidar las pastillas.
Petismear.
Poner la radio.
Reir hasta olvidar el motivo.
Relajarte.
Respiración diafragmática lenta.
Rezar.
Sonreir.

Telefonear a los amigos.
Tomar un Mágnum blanco en la terraza.
Un bourbon de madrugada.
Visitarte a ti mismo.
Vivir.
 
  

Un fin de semana distinto...

Un fin de semana distinto...

Acabar la tarde del viernes en el parque con Juan, para verle disfrutar.  Beber agua fresca.  Llevarle de la mano al concierto de O Carolan , al aire libre, en la plaza.  Contemplar sus ojos escudriñándolo todo, hasta el más recóndito rincón, hasta el más mínimo detalle de cada instrumento:  ¡Qué bien suena el arpa de esa señora que se llama como la yaya!  

Él quiere tocar la guitarra, como su hermano, pero no hay plazas vacantes en el Conservatorio de Sabi. ¡Quizá otro instrumento!  Mientras se despeja la duda hay tiempo para tomar bocata y refresco, sentadicos a oscuras sobre el suelo de la terraza, mirando al cielo.  Luego, unos mimos en un cuarto lleno de moñacos y a descansar. El sábado había que madrugar para ver  a los diez mil ciclistas de la "Quebrantahuesos" .  La cicloturista debe de  llamarse así, porque hacer tantísimos kilómetros, subiendo y bajando tanta "cuesta" es una "animalada".   Este año la salida es media hora antes y se nota, aunque al final de la mañana vemos cómo nos ha cundido el tiempo y nos encontramos un par de horas de regalo, para preparar la comida despacio.  Después de comer esperamos durante toda la tarde que comience a decrecer el calor y desaparezca el sueño.  Al final, agotados,  nos vamos con Amelia a buscar el aire que no llega...  A Orós, a Santa Elena, a Biescas a Hoz de Jaca,  allí nos encontramos a Rafa, a Nuria y a Mateo, que se emociona con la visita sorpresa de sus primos y les invita a quedarse con él, para acabar juntos el fin de semana.   De regreso a casa, paseamos otra vez por las calles de Biescas y buscamos un lugar para cenar, nos cuesta encontrarlo, está todo a tope:  Nos conformamos con una pizza y un café en el Saloon...  Hablamos de todo: de la crisis, del trabajo, del cine, del teatro... y aún nos queda  conversación para gastarla en una terraza de Sabiñánigo entre los sorbos de un granizado de limón.  Ana y yo nos encontramos raros sin nuestra pareja de hijos únicos: Seis y trece años.  ¡Nunca nos separamos...!

Al llegar a casa todo es silencio. Casi veinticuatro horas de silencio.  A las once de la noche del domingo suena el portero automático y Pablo y Juan  (que vuelve, como siempre, con muchas ganas de hablar) hacen su entrada estelar: "Papá, mamá he ido todos, todos los días, al parque..." 

¡Sólo nos queda recordar!

¡Sólo nos queda recordar!

Desde hace unas horas sabemos que no hay nada que hacer, que no podremos hacer nada, absolutamente nada,  para conseguir que vuelvas:   ¡Sólo nos queda recordar, recordarte y no olvidar jamás a quienes, quitándote la vida con alevosía y cobardía, por la fuerza, nos han privado para siempre de tenerte, aquí, a nuestro lado!  

Llorar para adentro

Llorar para adentro

No he podido escribir una sóla línea desde el martes.  Me cuesta centrarme en el trabajo, y he tenido que volver a luchar contra mi propia mente (que a veces se desboca y va por libre), para poder pasar a limpio tres o cuatro documentos, una nota informativa, dos o tres presupuestos.    Me cuesta mucho conciliar el sueño para tener pesadillas.   Los días vuelven a ser largos, eternos, y la impotencia se nos adhiere al cuerpo como una segunda piel, que se eriza poniéndonte el vello de punta.  ¡No sabemos qué hacer!  ¡No sabemos otra cosa que rumiar en silencio y llorar para adentro, mientras miramos constantemente un reloj que no avanza!  ¿Qué hora será cuando vuelva? ¿Volverá?  A ratos estás convencido de que sí y revives el encuentro camino del trabajo o la imaginas girando la esquina, como cada día, con el bolso en bandolera, dispuesta siempre a derrochar energía, afecto y cariño.  Otras veces temes lo peor, aunque quizá no haya nada peor que esta jodida incertidumbre, este sufrimiento sin medida que nunca habíamos experimentado con tanta magnitud. 

Hace once años que conozco a Pili y siempre, siempre, ha estado aquí cerca, muy cerca (no hablo en terminos espaciales sino afectivos), dándote su apoyo y su ánimo cuando las cosas iban mal:  Cuando una noche perdí a un gran amigo en la carretera, durante la larga enfermedad de mi padre... 

Hace sólo unos días volvimos a conversar un rato por última vez: Los dos estábamos contentos, yo porque ya casi había superado por completo mi bache anímico; ella porque volvía de  Madrid su  hija Vanesa y por fin iban a pasar el verano todos  juntos.  No sé qué hay que hacer, ni sé si podemos, pero hay que intentarlo porque una sociedad enferma que marcha a la deriva, no puede permitirse el lujo de perder para siempre a personas de la talla humana  de  Pilar.

Antonio Pérez Morte                   

      

No hay crisis

No hay crisis

Los agricultores, los ganaderos, los pescadores, los transportistas ya están en la calle, pese a que, al parecer (¿?) todavía no hay motivos para ello.  Se agudiza la desaceleración, pero todavía no hay crisis...  Tranquilos: Se trata sólo de una percepción errónea de la situación,  de una distorsión -interesada- de la realidad, magnificada por algunos medios.  No hay porque tener miedo: ¡No hombre, no! 

Los tractores, las ovejas, las sardinas, los camiones, empiezan a copar los primeros planos informativos, ganándole el pulso a Belén Esteban.  ¡Este país ya no es el que era! ¡Se agudiza la desaceleración y suben los precios!  Aquí se agudiza todo menos el ingenio de nuestros gobernantes, así que hay que montar el pollo si quieres comértelo, eso sí, sin miedo. No hay que tener ningún miedo, a no ser que seas presidente del gobierno y te hayas dejado, por despiste, tras las últimas subastas electorales, el micrófono abierto.  

El pasillo de casa...

El pasillo de casa...

El pasillo de casa suele convertirse,  a menudo, en un teatro donde tienen cabida las actuaciones más sorprendentes, las más insospechadas; otras se transforma en una galería de exposiciones donde puedes adquirir alguna obra a precio de chuchería; otras el Palacio de Justicia se instala allí para juzgar los excesos terribles de este mundo insolidario.  

El pasillo de casa ha sido también circuito de Formula 1, donde siempre gana Fernando Alonso, por bueno y porque nunca hace trampas; sala de cine; taller de bricolaje; circo; centro de salud; constructora; almacen de materiales de construcción; clinica veterinaria; campo de fútbol, pista de atletismo para carreras de zancos y  alguna vez, sólo alguna vez, la calle.

Hace un par de semanas al levantarme de la cama, Juan me avisó, con sigilo y precaución, de que debía tener cuidado, mucho cuidado, a la salida del dormitorio, ante el numeroso despliegue del cuerpo de bomberos y del policial: "No te preocupes papá, es que están en alerta, pero de momento no pasa nada. Los bomberos sólo están por si hubiera fuego y ya sabes, que aunque algunas gentes les peguen, son siempre buenos.  ¡Ah y los policias también, no vayas a creerte que son los de Coslada."       

Sólo por eso...

Sólo por eso...

Sólo por ver a Ana, dormida, relajada, después de tanta noche de fatiga y ahogo.  Sólo por velar las pesadillas de mi niño-cantautor sobre una cama repleta de mascotas de peluche. Sólo para adivinar los sueños guardados a cal y canto de Pablo, tras la puerta cerrada del desordenado cuarto de su madura adolescencia.  Sólo para releer la herencia intelectual de Odón de Buen junto a una replica de Mariano Benlliure.   Sólo para vagar sigilosamente por la casa, meditando en calma, intentando controlar una tos que sólo es eso.  Sólo para desayunar un vaso de leche de almendras bien caliente, queriendo ver amanecer  un día gris que se resiste a  arrancar y que comienzas, como tantas veces, con la voz esperanzada de un hombre entrañable, infinitamente bueno al que recuerdas cada vez que pronuncias el nombre de tu hijo primogénito:  Ese (Pablo) Guerrero barbudo, que viene contigo desde siempre y que te da la paz y el sosiego cuando la sientes lejos, muy lejos. Sólo por eso merecía la pena estar despierto. Sólo para esperar y decirte ¡Buenos días! cuando la amistad, la curiosidad, o la dirección de un viento interior te traiga navegando hasta esta isla donde cada día te espero. Sólo por eso...   

Supervivientes

Supervivientes

Carlos Pauner y Javier Pérez han vuelto.  Después de llegar al límite del riesgo. Después de rozar el cielo con las yemas de los dedos, están de regreso: En la mochila han traído una experiencia inolvidable, cargada de peligros, de angustias y de miedo. ¡Todos estamos felices por su regreso!

http://www.carlospauner.com

Filete de Ironía, con puntitas de envidieta en salsa ácida, bajo espuma de sarcasmo.

Filete de Ironía, con puntitas de envidieta en salsa ácida, bajo espuma de sarcasmo.

Las declaraciones vertidas, durante los últimos días, por el cocinero y escritor Santi Santamaría acerca de la cocina de vanguardia, han levantado un gran revuelo: En ellas abogaba por la necesidad de que los clientes conociesen, en todo momento, los ingredientes utilizados por los restauradores en cada una de sus "creaciones"  o "recreaciones", ya que según su opinión, últimamente se está abusando de la química y debería ponerse freno, inmediatamente, a esta situación, que a su juicio supone un riesgo para la salud del consumidor.  

Los restauradores europeos, especialmente los franceses, deben estar frotándose las manos ante esta absurda situación, mientras, Ferrán Adriá, Arzak, Martín Berasategui, Sergi Arola y otros grandes nombres de la  gastronomía española han puesto, con toda razón, el grito en el cielo:   No están dispuestos a desvelar los ingredientes secretos de sus recetas. ¿Quién conoce la fórmula de la Coca-Cola? 

¿Cuántas veces se calienta el aceite en la tasca de la esquina, donde tomamos nuestro bocata de rabas?  ¿Qué clase de aceites "vegetales" llevan las conservas y la bollería industrial que, de vez en cuando, consumimos?  ¿Cuándo se amasó el pan precocido que compramos, con prisa, en los supermercados? ¿Qué especie de aves ingerimos en croquetas, sopas  y salchichas? Eso sí que puede preocupar algo más a la clase media, eso y  que  algunos de los restaurantes copiotas y cutres que imitan a los buenos sólo consigan acercarse a ellos en el precio.  Eso y la subida del pan, del pollo, de las patatas, de la fruta, de la hipoteca...   Eso y poco más, porque  pocos, casi nadie, nos perdemos por esos grandes restaurantes, que han alcanzado gran prestigio internacional y hasta los que viajan comensales de todo el mundo.

Nos preocupan más otras cosas que la inteligente promoción de un libro por parte de un autor, por ejemplo y sobre todo, nos interesa desvelar los ingredientes que  el poder, político y mediático, utiliza para elaborar  el menú cotidiano de la actualidad española, condimentada siempre  a su gusto, porque ahí si que hay verdadera trampa, y porque  ya  llevan demasiado tiempo intentando intoxicarnos. 

Antonio Pérez Morte    

Tiempo de cerezas

Tiempo de cerezas

 

No hay duda,  es primavera:
¡Se acerca un tiempo de cerezas!

Resaca de San Jorge

Resaca de San Jorge

Este jueves-lunes resaca de San Jorge se ha puesto duro, duro.   Después de los pequeños-grandes excesos de ayer en la fiesta familiar de Biescas y  en la Feria del Libro,  el cuerpo estaba para cualquier cosa, excepto para pasar el día frente al ordenador...  

¡Al menos se me ha pasado la afonía y me ha vuelto la voz: la voz que cambié hace unos días, al hacerme un hombre de cuarenta y ocho!   

A este jueves-lunes, no había forma de ganarle:  Ni con las escatológicas humoradas de Carlos Herrera, ni con las canciones de Rafael Amor, ni con los suplementos de Libros de la prensa, ni con los divertidos palabros de la Gran Encicopledia (PRETA) de Aragón, de Carbonell y Coipesol.  No había forma, no.

A este jueves-lunes, no lo salvaba la infusión con bombón de media mañana, la micro-pausa del medio día.   A  este día cargado de sobresaltos y sucesos, de cansancio y de calor, le hubiese venido bien vestirse de rojo, pero no...   Lo he vencido como he podido, procurando no mirar el reloj, para acabar haciendo los deberes, sentado al lado Juan; cubriéndole de mimos y contándole un cuento precioso tras acostarlo en su habitación.   

         

Sobre la vejez y los recuerdos (Juan Pérez Gargallo)

Sobre la vejez y los recuerdos (Juan Pérez Gargallo)

"Papá, cuando se cumplen cuarenta y ocho años
(como tú, hoy) y te vuelves, de pronto así de viejo:
¿Los recuerdos se tienen en color o en blanco y negro?"

Juan Pérez Gargallo

Viviendo deprisa

Viviendo deprisa

X se ha confesado esta tarde, en voz alta y con dolor:  "Ha pasado demasiado tiempo desde nuestra última conversación. ¿Cómo es posible que haya dejado transcurrir cuatro años sin hablar con ella?  ¡Cuando me enteré de su muerte sentí un inmenso dolor y la tremenda impotencia de saber que ya era demasiado tarde, irremediablemente tarde."      

Medias Españas

Medias Españas

Media España tiene miedo de Rajoy, 
la otra media de Zapatero.
¡Yo tengo miedo de los dos! 
Entre ambos han conseguido
el objetivo principal del bipartidismo: 
Acabar con la pluralidad ideológica,
tener al país dividido.

8 de Marzo

8 de Marzo

Mientras descubrimos que el libro blanco de  Zapatero estaba en blanco. Mientras crece en cada mítin  la niña de Rajoy, se acerca el 8 de Marzo, jornada de reflexión. Como yo ya reflexioné durante cuatro años, todavía me queda la folclórica opción de celebrar con Ana y la Administración el Día de la Mujer Trabajadora, o la de escoger junto a mis hijos y a través de algún 902,  al  peor  candidato  para participar en el Festival de Eurovisión.  Algo habrá que hacer: De algún modo habrá que vencer este sábado que avanza, amenazándonos sin compasión...

El debate también se vive en las bitácoras (Pablo Pamplona)

El debate también se vive en las bitácoras (Pablo Pamplona)

Por aquello de la saturación mi idea era evitarlo pero el debate ha sido, sin duda, el tema estrella de la semana en la blogosfera. Y lo cierto es que descontando las opiniones interesadas (mucho blog político) los candidatos no han recibido apenas elogios. Resume la tónica general Antonio Pérez Morte (aperezmorte.blogia.com): "¡Qué sosos estuvieron los teleñecos en el de-váter de ayer! ¡Al menos, menos mal, no me dijeron nada no supiera! ¡Al menos me dejaron, todavía más claro, lo que sabía ya! ¡Al menos me fui a la cama con la fábula del talante y el cuento de la niña, con los deberes hechos y un poco de Alprazolam!  ¡Ya sé lo mismo que sabía! ¡Lo mismo que creía que iba a saber! ¡A quien no voté nunca, nunca votaré!".

En la misma línea se manifiesta Inde (inde.blogia.com): "Un muermo. Un despilfarro. La cosa más encorsetada y mas antinatural del ´world´. Rajoy leía sus papeles, Zapatero sólo sacudía la cabeza muy serio... ¿Cómo se puede montar un debate que no salga del guión? Eso no es un debate. Para eso ya tenemos los mítines y los actos de campaña, que también son de cartón piedra".

Por su parte, Fernando Tricas (fernand0.blogalia.com) opinaba, no tanto del debate, como de la posibilidad de que se realizara a través de internet, iniciativa que se ha querido promover desde blogs y medios digitales: "nuestros políticos (y generalizo) se moverían en internet poco más o menos igual de mal que en cualquier otra parte que no frecuenten, así que no le veo mayor interés a que se celebre en internet o en una piscina. La campaña electoral no creo que sea el momento de hablar de grandes cambios, como si lo que venían haciendo / mostrando en los cuatro años anteriores pudiera desaparecer por unas cuantas propuestas más o menos ocurrentes".

Termino con un gesto de Javier Burbano (certezademi.blogspot.com) que publica una foto de ´Lagos de Pe´y nos lleva la mirada más allá de las elecciones: "Creía que mi ciudad erea un desierto donde el Ebro solo estaba de paso. En pocos años las cosas han cambiado. Un día nos dicen que vamos a tener lagos, playas, balnearios y todo se transforrma. Se acerca Penélope Cruz y corta la cinta que inaugura los lagos que llevan su nombre, un bonito lugar con montes al fondo, coronado por la ermita de Santa Bárbara (...) Los grrandes proyectos avanzan y nosotros nos sentimos capaces de llevarlos adelante. La gente se siente a gusto en Zaragoza y ya no piensa que sólo se puede triunfar afuera. Los tiempos han cambiado"

Pablo Pamplona 
(Idear, El Periódico de Aragón 28 de Febrero de 2008)  

EL DEBATE

EL DEBATE

¡Qué sosos estuvieron los teleñecos en el de-váter de ayer!
¡Al menos, menos mal, no me dijeron nada que no supiera!
¡Al menos me dejaron, todavía  más claro, lo que sabía ya!
¡Al menos,  me fui a la cama
con la fábula del talante y el cuento de la niña,
con los deberes hechos y un poco de Alprazolam!

¡Ya sé lo mismo que sabía!
¡Lo mismo que creía que iba a saber!
¡A quien no voté nunca, nunca votaré!

San Valentín

San Valentín

Quizá sea el paso del tiempo, lo que nos hace cada vez más cursis y tiernos: Me encanta este logo de Google con esta pareja de enamorados viejitos... 

HUMO Y AZAR (Para Luis Eduardo)

HUMO Y AZAR    (Para Luis Eduardo)

Viajo a Córdoba sin salir de mi estudio: Abro el álbum de recuerdos y paseo los ojos vidriosos por el laberinto hermoso de sus calles, mientras brota con fluidez  cada palabra.  Palabras olvidadas hace tiempo, como flamenquín, japutas, manzanilla...    

Enciendo mi equipo de música y viajo rápido a Córdoba: En un coche de caballos desbocados vuelvo a cruzar la puerta del  Palacio de Viana. Humo y Azar abren los sentidos al amor. Amor sin tregua. Cuarenta años de música y poesía, en la voz del amigo cómplice.

Cuando acaba de encajar, al fin, la última pieza, repaso, de nuevo, las veintiuna: Con ellas recompongo ese puzzle incompleto mío al que, desde siempre, tú has puesto voz.   

Antonio Pérez Morte