El pasillo de casa...
El pasillo de casa suele convertirse, a menudo, en un teatro donde tienen cabida las actuaciones más sorprendentes, las más insospechadas; otras se transforma en una galería de exposiciones donde puedes adquirir alguna obra a precio de chuchería; otras el Palacio de Justicia se instala allí para juzgar los excesos terribles de este mundo insolidario.
El pasillo de casa ha sido también circuito de Formula 1, donde siempre gana Fernando Alonso, por bueno y porque nunca hace trampas; sala de cine; taller de bricolaje; circo; centro de salud; constructora; almacen de materiales de construcción; clinica veterinaria; campo de fútbol, pista de atletismo para carreras de zancos y alguna vez, sólo alguna vez, la calle.
Hace un par de semanas al levantarme de la cama, Juan me avisó, con sigilo y precaución, de que debía tener cuidado, mucho cuidado, a la salida del dormitorio, ante el numeroso despliegue del cuerpo de bomberos y del policial: "No te preocupes papá, es que están en alerta, pero de momento no pasa nada. Los bomberos sólo están por si hubiera fuego y ya sabes, que aunque algunas gentes les peguen, son siempre buenos. ¡Ah y los policias también, no vayas a creerte que son los de Coslada."
7 comentarios
Amparo -
Antonio -
Amparo -
El pasillo de casa se convertía en una estación
y con las sillas formabamos
un tren larguísimo......
Besos para todos !!
Antonio -
En fin, que creo que lo de Juan es herencia genética.
;)
Salu2
Javier López Clemente -
;-)
Salu2 córneos.
Antonio -
¡Besos!
Luisa -
Y por lo que veo, Juan es un muchacho muy sensato, ya lo veo ya: tiene muy claras las cosas, ja ,ja
Un gran beso para ambos.