Himno (Álvaro Tato)
alguien que te acompañe
y cosas que sucedan.
Que nunca des contigo.
Y que tu patria sea ese lugar
al que no llegarás.
Álvaro Tato
(De Gira Premio Internacional de poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana 2011)
He leído los poemas de "Escombros" : definitivos, implacables, terribles, bellísimos. Excelente el repertorio de aforismos. "Vivir me matará", genial.
Escombros es uno de los acontecimientos de mi verano: El poemario que acaba de publicar mi buen amigo Antonio Pérez Morte. Una edición cuidada y bella de Origami, con versos escritos entre 1978 y 2008. Unos poemas íntimamente manchados de zozobra y tristeza, que nos devuelven a la irremediable esencia de lo que somos y sentimos. “Sólo desilusión nos queda a estas alturas de la vida”, empieza Antonio escribiendo en la primera página. Un recorrido que va desde la decepción a la desesperanza, con La cicatriz transparente, el último poema, donde “Sólo queda el recuerdo, / es decir, la cicatriz transparente. / Vivir amnésico el resto de la muerte, / y paladear cada renuncia. / Sólo queda / esperar el milagro / de perder la razón / y volverse masoquista, / para gozar el dolor / que cada día nos brinda.”
Antonio se encarga, con esta nueva entrega de literatura brillante y útil, de hacernos -igual sin saberlo- un gran favor: Nos recuerda el muerto que todos llevamos dentro, la fría condena que nos aguarda. Nos hace ver, de nuevo, que también en la muerte -como en la memoria y la salud- el reparto es injusto. Y que los que fueron, son, y los que somos, dejaremos de ser algún día. Ahí es donde siento el escalofrío que me hace escribir en los margenes de sus poemas, replicar con emociones las cuchilladas de sus palabras. Y ese es el inmenso canto a la vida que le agradezco. Porque solo quien tiene la certeza de que pronto va a morir sabe apreciar el lujo de estar vivo, sano y libre.
Leo Escombros de Antonio Pérez Morte y leo a un poeta que maneja las palabras con la sencillez de los años, un poeta de la generación penúltima, un enfant terrible que se abrió paso a dentelladas en los ochenta y que, tras un tiempo, vuelve con la misma intensidad, sin sofocar el discurso. Las páginas de Escombros son un lugar de encuentro, de voces y recuerdos, una amalgama de estilos que recogen una vida. Sostener un libro como Escombros en las manos es como acariciar el diario lírico de una voz fundamental en la literatura aragonesa de los últimos treinta años. Celebremos su vuelta con nuestro mejor vino especiado.
Texto: Octavio Gómez Milián
Poesía auténtica e imprescindible: llena de verdad, resistente frente a la difícil existencia, solidaria frente a la soledad agobiante de la condición humana, ejemplar por su belleza y su moral insobornable, comprometida siempre con la causa del amor y el sufrimiento, generosa con todo y hacia todos...
Ángel Guinda
Antonio Pérez Morte (Zuera,1960) publica libros individuales, en la red y en antologías, y es un hombre alerta, que se mueve entre la música, el arte y la literatura. A lo largo de los años ha ido escribiendo, redondeando poemarios, dejando hojas volanderas aquí y allá: desde Zuera a Sabiñánigo. Ahora, ha recogido muchos de esos textos en "Escombros" (Origami, Prólogo de José Ángel Barrueco. 80 páginas), un libro que puede leerse como una fe de vida, como un canto de amor, como una despedida a tantos amigos que se han ido (Mauricio Aznar, Labordeta, Imanol) y a la par tiene algo de exaltación de la existencia, de comunión con amigos como Ángel Petisme. El libro además contiene distintas poéticas ("mis versos serán comprometidos" o "Soy un árbol con las hojas llenas de versos") y algunas colecciones de aforismos.
(Artes y Letras -Heraldo de Aragón - 2 de Junio de 2011)
Ilustración: Felipe Mejías.
Era previsible en un territorio como este, de gentes ordenadas, comprensivas, resignadas: Los "recortes" tenían que llegar, incluso por orden alfabético, antes que los rescates y así lo hicieron. Nuestra actitud serviría de ejemplo para las demás Comunidades. Algún iluminado de esos que siempre abundan en los gobiernos de turno, propuso la brillante idea de actualizar el logo a la nueva situación y se pusieron a ello a toda prisa. Había poco qué discurrir porque aunque el territorio era pequeñito, las aspiraciones de los políticos, eran tan grandes como su torpeza: LETRA MAYÚSCULA. Quisieron hacer algo original con los colores de nuestra bandera y no lograron sino visualizar con la degradación cromática, esa otra degradación que la incompetencia y la mala gestión nos dejaron como herencia. Para completar el diseño los rombos, los viejos rombos de la censura acotándolo todo... Ah! y la tílde, esa tílde como una peineta acentúando el cazurrismo de esa Á de Aragón, más chula que un ocho.
Antonio Pérez Morte
"Porque la tristeza amiga duele como duele el alma." (A. Pérez Lasheras)
Quizá porque se llama como yo y como yo se apellida.
Porque le crece la barba y la tristeza por igual
en esos días en los que hasta duele respirar.
Porque tenemos una edad parecida
y unas presencias y ausencias infinitas,
incluso compartidas...
Por eso vino anoche a hablarme en voz baja:
Para oírme decir lo que escuchar quería.
Antonio Pérez Morte
(Inédito, 11 de Agosto de 2012)
Para Chavela Vargas
En el bulevar de los sueños rotos
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.
Por el bulevar de los sueños rotos
pasan de largo los terremotos
y hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
dibuja a Frida Kahlo desnuda.
Se escapó de cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos
Ponme la mano aquí Macorina
rezan tus fieles por las cantinas,
Paloma Negra de los excesos.
Por el bulevar de los sueños rotos
moja una lágrima antiguas fotos
y una canción se burla del miedo.
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Por el boulevar de los sueños rotos…
Título: Por el boulevar de los sueños rotos…
Año: 1994
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina
Disco: "Esta boca es mía" (1994)
Entre el insomnio y la narcolepsia, sigo sin poder dormir como quisiera, o como el cuerpo me reclama, que es peor, así que me levanto de madrugada, para buscar entre las cajas de mi estudio, alguna prueba que me lleve a encontrar el motivo de esta vigilia: quizá una pista en la primera foto que aparece, la de ese niño de abrigo abotonado que da de comer, boca-pico a una paloma y que Francesc Catalá Roca captó en Las Ramblas de Barcelona en 1953. No, no soy ese niño, ni tampoco el arlequín en el que intuyo, desdibujado, el rostro, casi infantil, del poeta Leopoldo María Panero.
Agustín García Calvo reaparece, después de tanto tiempo, para sentenciar un claro “No al futuro”. Claro que mi eterno profesor fue hijo predilecto de aquel levantamiento de Mayo del 68 y yo, por entonces sólo era un niño pequeño y hortera que cantaba de memoria, como tantos otros críos, aquel gran éxito de Massiel en la única televisión de España, ajeno a la polémica previa con Serrat. Otro Agustín, otrora menos sabio y más cercano me devuelve a los ecos eternos de Buñuel y la Historia maravillosa, siempre llena de historias, de nuestro cine, pero tampoco Agustín ni don Luís tienen la culpa de nada.
Los cuentos de Carlos Castán, tan asumidos como si fuesen propios, ya no me duelen, siempre los llevo al día y además no sería fácil tener cuentas pendientes con una persona tan entrañable como Carlos. De repente Verdejo, Javier Verdejo, eternamente extraviado entre las páginas más oscuras de la transición española y dispuesto a morir de nuevo, con las manos manchadas de tinta; mientras otros miembros, incluso de su propia familia, se lavan las suyas, para desvincularse de los sueños revolucionarios, de las esperanzas y siglas hacia las que siempre sintieron tanto rechazo y tanta inquina.
Los panes compartidos de Pablo Serrano, nos ayudan a pasar el trago amargo del dolor y a saborear la guinda agridulce de esa duda, que como nos dijo en su día Antoni Tápies es el camino más próximo al acierto. Habrá que dudar, dudar todo lo que haga falta, cualquier cosa antes que el camino de la estupidez improductiva… y no hay mayor estupidez que la de seguir en pie, levantado, acumulando cansancio a ese sueño que tarda en llegar, que desconozco y que podría liberarme para siempre de tantas noches en blanco.
Antonio Pérez Morte
Sentado en la habitación
mientras afuera se oyen ruidos.
La amarillenta luz del flexo
me ilumina la cabeza,
las manos y el ombligo,
pero no llega a mis pies.
Mis pies están ahí quietos,
en la oscuridad,
como setas pálidas
pudriéndose en la bruma.
Todo sigue igual
mientras afuera se oyen ruidos:
libros, incienso,
literatura impublicable,
sonido de tic tac.
Dicen que las flores
tienen sentimientos,
pero yo las veo
marchitarse en el jarrón.
Me asomo a la ventana:
cuatro niños golpean
la trapa de un local
y a lo lejos ladra un perro.
De regreso a mi cuarto
pienso que lo peor de crecer
es no poder contar más años
con los dedos.
Para Félix Romeo
Despierto a veces en mitad de la noche,
empapado en azul, pronunciando tu nombre
y entonces sé que te amo a años luz.
Guardo tu estrella en aceite de oliva,
corazón de madera que aún sueña y respira,
y siento tu ternura a años luz.
Cuando pienso en nuestra vida siento su fugacidad
y se me abre la herida como un manantial.
En mitad de la tormenta te susurro en altamar:
Eres la vela que tiembla en la oscuridad.
Voy por los bares, siempre pido dos copas,
tu risa salvaje huele a pólvora y rosas,
brindo Félix contigo a años luz.
Un helado en París, un minuto sin fin,
un cuscús en Madrid…
Al noreste del lago Kivú
volvemos a reír a años luz.
Cuando pienso en nuestra vida…
Todos los besos del mundo, toda la felicidad,
se funden en un segundo para no olvidar.
No borraré de mi agenda tu nombre nunca jamás,
eres la vela que tiembla en la oscuridad…
Ángel Petisme
* Canción inédita. 2012. Dedicada a Félix Romeo.
Imposible decirlo mejor y más claro. Nadie como "El Roto".
Julia León, acompañada al piano por Antxon Sarasua darán un concierto de Música Sefardí, el próximo Jueves día 5 Julio en la Taberna EUSKALDUNA de Zarautz, a las 21,30h. Dicho concierto supone una excelente oportunidad para acercarse a un tipo de música poco conocida fuera de los círculos del folclore: la sefardí.
Julia, que en los últimos veinte años ha venido trabajando en este género, explica que éste «supone una mezcla de culturas».
El origen de la música sefardí se encuentra en los judíos que fueron expulsados de la Península Ibérica, que combinaban melodías occidentales, orientales y árabes. Con el paso del tiempo, la música sefardí se ha transformado en «una excelente mezcla entre el oriente y occidente mediterraneos, un legado de canciones familiares, cercanas y a la vez exóticas», concretó la extraordinaria folclorista.
El pasado domingo día 10 de Junio, se inauguró la exposición de Cerámica Mudejar de Fernando Malo, que junto con "Sur les Traces des Andalous", muestra la historia del Ándalus, La edad de Oro de las Ciencias en el Islam y Los Manuscritos científicos del Magreb, en el Centro de Estudios Andalusíes de la ciudad de Tlemcen en Argelia. La exposición que ha sido organizada por el Ministerio de Cultura Argelino en el marco de "Tlemcen, Capitale de la Culture Islamique 2011" ha sido visitada por miembros de los numerosos países relacionados con la Cultura Islámica, que han participado en el programa.
Ron Lalá presenta:
Todos los jueves, MI MISTERIO DEL INTERIOR.
Todos los viernes, TIME al tiempo.
Sólo hasta el 27 de julio 2012. 22:30 h., Teatro Alfil. C/ Pez, 10. Metro Callao. Info y reservas