Trazos abriéndose paso sobre la inmaculada superficie del papel en blanco. Trazos enérgicos, lentos; finos, gruesos; curvos, rectos... entre la madura reflexión y el azar controlado por la técnica y el talento. Invisibles trazos partiendo de lo más hondo del artista, para hallar, en mitad del camino de la creación, el lugar perfecto donde reposar y alimentarse, donde madurar despacio hasta encontrar ese soporte idóneo, final, para el cual fueron concebidos. Trazos y trazos para delinear una obra que empieza a cobrar forma, y ahora ya, es mucho más que un sueño: Un boceto.
E. M. Ciorán, el gran filósofo rumano, dijo en uno de sus numerosos aforismos que "Sólo las obras inacabadas... nos incitan a divagar sobre la esencia del arte". Es cierto, a menudo sólo las obras en gestación, inconclusas, nos proporcionan esa magnífica posibilidad de divagar y ahondar en las numerosas interrogantes que tarde o temprano acaba planteándose el creador.
El artista plástico, el escultor, encuentra en el boceto, aquello que el escritor intenta hallar entre las páginas, todavía inéditas, de su borrador: Un campo abierto al que sólo él podrá poner límites. Arranz, conocedor como pocos de los resortes visibles e invisibles del arte contemporáneo, renunció hace mucho tiempo, de forma consciente, a ellos. Su obra reciente no conoce fronteras y va más allá, siempre más allá, mucho más allá de la propia superficie del óleo o de la contundente materialidad de la escultura, incluso de la luz que ha horadado a tanta grisura arquitectónica.
La larga, multidisciplinar y coherente trayectoria iniciada por Santiago Arranz hace más de veinticinco años, ha ido consolidándose paso a paso, a medida que sus manos daban forma a los hermosos, personales e inconfundibles códigos visuales de origen histórico que enriquecen su obra, dotándola de contenidos humanistas y eminentemente emotivos... tal y como ocurre con la magnífica serie titulada "Fragmentos Visuales" . Una serie que entronca, una vez más, con la insólita y admirable propuesta artística, de obra "abierta"... porque como dijo hace ya mucho tiempo el artista aragonés: " A algunos artistas, entre los que me cuento, nos seduce mantener el latido estético del pasado. Creemos que el arte es el discurso infinito de la forma, y que ninguna obra, por tanto, se termina en sí misma ni del todo."
Antonio Pérez Morte
(Prólogo del catálogo Alejamiento y cercanía -dibujos 1985-2008- Santiago Arranz, Castillo de Larrés, 2 de Agosto de 2008)