10 centímetros (Ángel Petisme)
No tienes línea de la fortuna le dijo una gitana a Corto Maltés.
La línea de la vida de mi mano izquierda, para mi mosqueo, sigue siendo muy corta, pero la de la fortuna o el destino me la han alargado 10 centímetros hacia las raíces, en sentido contrario. O sea que tengo al destino de kamikaze, agarrado al volante por una carretera blanca como mi piel. Quitarme los puntos y la escayola y llegarme las últimas galeradas de Demolición del arco iris, ha sido todo uno. El asunto de mi operación ha retrasado la salida del libro, que finalmente entra en imprenta el 10 de Diciembre, así que hasta Enero (ése si que es un mes cruel para la poesía) no llegará a las librerías. Y aquí estoy de nuevo escuchando a Elvis Costello, Micah P. Hinson, Moby, Jamie Cullum, mientras corrijo y releo escrupulosamente mis poemas. A veces me pongo la radiolina de Manu Chao. Welcome to Paradise. No puedo trabajar con canciones en castellano, pero Manu, políglota, también me acompaña y dibuja los colores, la sangre y la tristeza del arco iris. Es un defecto ser un perfeccionista en estos tiempos en que todo vale, lo sé, vuelvo a pelearme con las palabras y su secreta musicalidad. Busco el silencio con las luces de la mañana mientras mi perra aterriza su cabeza sobre mi vientre, le encanta el olor a pescado y antibiótico de las pomadas sobre mi muñeca. Busco de nuevo las grietas del lenguaje, los huecos entre las sílabas, el lugar donde las palabras respiran y nos emborrachan como los besos y las lágrimas de la primera vez.
Nunca había tenido una herida tan grande o tan pequeña por fuera. Sólo en el índice de mi mano izquierda conservo una cicatriz de cuando me corté con una navaja de mi padre, peleándome con un trozo de madera o de regaliz de palo (ahora no recuerdo).
No me dan miedo las cornadas, los hematomas y las llagas superficiales porque cierran. "Hay cosas que el tiempo no puede enmendar, aquellas que hieren muy dentro y dejan cicatriz" dice Elijah Wood en El Señor de los anillos. Esas heridas donde no da la luz sí que me preocupan, esos músculos de la memoria no conocen la gimnasia para combatir la atrofia rugosa que los devora.
Yo no sé si el alma pesa 21 gramos como dicen en la película de González Iñarritu, el peso que pierdes cuando palmas. De una cosa estoy seguro: que la distancia entre el sueño y la vigilia, entre el amor y el odio, entre el valor y el pánico, entre la fuerza y la fragilidad es de diez centímetros en mi vida.
10 centímetros es el trecho que nos separa de las cosas perdidas, del hombre o la mujer hermosa que nunca llegamos a besar bajo las estrellas y pudo cambiar nuestras líneas de la mano, de la copa de veneno o la caja de pastillas que nos tentó una madrugada de desesperanza. 10 centímetros de nada o de todo es lo que separa a un fascista de un revolucionario -ambos elegidos en las urnas-. Lo que miden las papeletas que depositamos en las vulvas-urna. 10 centímetros de tiempo lo que tardamos en arrepentirnos cuando se limpian el culo con los programas electorales una vez elegidos.
10 centímetros de hielo, nieve e indiferencia es la distancia que hay entre las personas que se acuerdan de ti cuando la enfermedad te acorrala y los "amigos" que sólo te llaman cuando las cosas van bien. 10 años luz de interés y de olvido. Pero hoy es el séptimo cumpleaños de Violeta del Teide, mi ahijada y me ha pedido que le regale en nochebuena, cuando nos veamos en Zaragoza, un saxo soprano, porque va a aprender a tocarlo. Te lo compraré de chocolate, mi princesa, con nubes de 10 centímetros de azúcar entre el do y el sol, entre el fa y el si, sí. Todas las notas en si bemol como el tono del teléfono cuando los seres queridos de verdad nos reclaman.
Ángel Petisme
14 comentarios
Antonio -
¡Un abrazo grande!
Fernando -
Un abrazo
Amparo -
¡Gracias! por traernos este texto de Angel Petisme. 10 letras para decir que es "ECEPCIONAL"......Me he comido una letra, pero no importa verdad ?.
Un fuerte abrazo.
angel petisme -
Lola -
Luisa -
laMima -
Mariam -
Un beso
Jose -
angel petisme -
desde luego el caos divino los crea y ellos se juntan.
un alazo a mi tato guinda, tengo la flauta preparada para soplarnos el mundo en diciembre en tu presentación del libro.
Antonio -
¡Rodeado de Ángeles!
ANGEL GUINDA -
antonio -
¡No te ruborices sin motivo, Angelico, que los que lo tienen tampoco lo hacen!
Lo de la ertografia no teine ningün meritó, ya sabs que tengo un ordeñador que me rebisa las erroratas.
¡Avrazos y vesos jrandes!
angel petisme -
cuando pueda volver a tocar la guitarra (toco madera y rezo a la pilarica)dentro de unos meses, prometo escribir 10 minutos de canción con los nombres de las personas como tú.