Olvidar las heridas
Hay que olvidarse de las heridas, dejar que cicatricen por sí mismas sin hurgar en ellas. El tiempo, el aire limpio, harán que un día seamos capaces de recordar cada golpe sin dolor, como una prueba más, incluso necesaria, de un camino largo para el que nunca hubo tregua ni descanso. Anduvimos por él, buscando motivos que nos ayudasen a mantener el paso firme para seguir avanzando. Sin embargo, y mientras tanto, en el camino andamos, buscando sentido al sinsentido; un gramo de coherencia en este mundo de locos, del que siempre intentamos zafarnos ahondando en la poesía de ángeles amigos como Guinda y Petisme. Y en este deambular cotidiano, por este país lleno de desiertos, lucharemos contra la inercia, para descubrir como lo hizo Santiago Arranz, el lenguaje de la arena, la inmaterialidad de las grandes cosas, la luz de los signos, las formas que la Luz (así, con mayúsculas) dibuja en el vacío.
10 comentarios
Vic -
Que difícil es perdonar, eliminar el rencor por quien nos lastimó tanto cuando dimos lo mejor, pero espero hacerlo como tantas veces ya lo hice antes, el tiempo es lo mejor.
Después lo se x experiencia ya no duele, son vivencias que nos hicieron mas fuertes, nos hicieron mejores, por eso hay que agradecer haberlas vivido :-)
Arriba el presente y todo lo que vendrá
Antonio -
¡Q52 p32ns2n l4 q52 q532r1n!
¡Besos!
Entrenómadas -
No te digo...
Besos,
y VIVA LA POESÏA!!!
Antonio -
Entrenómadas -
Besos
Antonio -
sea vida sólo,
eso es lo que pido,
eso es todo.
(¡Besos, Magda!)
Magda -
Un abrazo querido Antonio
Antonio -
laMima -
Sin embargo fíjate que yo practico a veces lo contrario: me meto en silencio en ellas a ver si de tanto doler me anestesian.
Todavía no lo he conseguido del todo...sigo probando.
Un abrazo.
Javier López Clemente -
Salu2 Córneos, poeta.