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Antonio Pérez Morte

Ya hemos volvido

Ya hemos volvido Ya hemos volvido dice Juan, que vuelve a trocar los diminutivos con el cambio de provincia. Este viaje ha estado sorprendiéndose a cada paso, con sus nuevos hallazgos y con hechos tan extraños como que la Luna, su luna de Sabi, nos haya perseguido hasta Zuera, vestida de naranja, para situarse junto a la hermosa torre de la Iglesia de San Pedro o sobre la lejana Sierra de Alcubierre.

Desde la misma ventana del salón de nuestra casa, por donde miramos la Parroquia y las estrellas, contemplamos el continuo tráfico de trenes camino de Tardienta. A la izquierda vemos la vieja Torre de Montoya y más arriba, entre los pinos, el Colegio de San Gabriel. A la derecha, y también con el río Gállego de por medio, San Mateo, donde moran amigos como Manolo Lafuente y Chus, Angelines Royo y José Luis Lasala. Allí Juan ha descubierto otra nueva torre iluminada que prometo visitar de su manica.

Ya hemos volvido. Ya estamos de vuelta, cargados de pequeñas herramientas para hacer bricolaje con el pequeñajo; de juegos de ordenador para Pablo; de piedras de caramelo para ambos; de besos y abrazos para todos.

Ya hemos volvido con el caracol de resina para Amelia, con el pijama y el taladro de Mateo... con versos, aromas y canciones imborrables, con polaroids inolvidables (como las de Félix Romeo) que, poco a poco, acabarán desdibujándose si no las atrapamos pronto entre palabras. Hasta allí, hasta Zufaria, llegó por sorpresa, el incansable y vociferante camión de los melones de Castilla La Mancha: ¡No podéis imaginaros el cachondeo festivo del benjamín de la casa!

1 comentario

Marga -

¡Bienvolvidos!