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Antonio Pérez Morte

Adiós a Antonio Fernández Molina

Adiós a  Antonio Fernández Molina

Antonio, tocayo, poeta amigo, he estado, como tú, incomunicado, durante el fin de semana. Hoy al abrir El Periódico y ver tu rostro, he sentido un extraño pálpito en mi inmenso corazón tan fatigado. El titular me dice que te has ido: No volveremos a reencontrarnos como hace algunos años, paseando por Avda Clavé o cualquier otra calle de esa Zaragoza a la que tanto amabas...

No quedan ya fechas para el postergado reencuentro, que hace tiempo te debo, sólo recuerdos, dibujos, versos y un emocionante número de Trébede, del que todavía hablan los viejos compañeros y un puñado de nostálgicos lectores. No. No queda tiempo. Sólo fatiga. Taquicardia. Un tremendo dolor en este músculo rojo, envejecido: Volveré a verte cuando se detenga.

2 comentarios

Susana -

Descubrí tu blog a través de la página de Gistaín. Me gusta mucho. Enhorabuena por ella. Tienes la sensibilidad a flor de piel.

Amaya -

Tu músculo rojo funciona muy bien, todo está en tu cabeza.
En la cabeza de un poeta cabe todo, a veces, demasiado.