Noche tras noche
Se nos ha hecho tarde. Pasó el tiempo en un descuido a lo traidor y quedamos allí, atrapados entre los agarrotados brazos de un sueño inútil. El tiempo, que jamás se detiene, nos fue arrancando con nocturnidad y alevosía los salteados fragmentos de un guión, que muy despacio, habíamos hilvanado para ti y para mi, para nosotros: Escrito a pedacitos de noche y esperanza. Entre dos cuerpos, un guión para nada, para verlo al fin reducido a soliloquio. Monólogo absurdo y monocorde. Salmo estéril, fragmentado. Letanía rota contra el dolor inolvidable. Oración que nunca más olvidaríamos rezar, noche tras noche.
4 comentarios
Antonio -
Manu -
Un abrazo
Antonio -
¡Abrazos!
Angel Guinda -