Vuelvo a soñar
Vuelvo a soñar con el País Vasco al repasar la obra de Chillida y vuelvo, también, como cada cierto tiempo, a la lectura profunda y amena de Antonio Saura, a quien siempre recuerdo (como en mi poema) ascendiendo una empinada y nevada cuesta, de la ciudad de Cuenca.
La vida es grande, poderosa, a veces negra como la obra de estos dos artistas a los que he admirado siempre, sin embargo, otras muchas, también como ella, es una puerta abierta hacia uno mismo, una puerta abierta a lo esencial: Sólo hay que acercarse sin miedo y cruzar su umbral.
8 comentarios
Antonio -
+ Abrazos
Antonio -
Un abrazo grande!
Mariano Ibeas -
Gracias por recordarlo.
Mariano Ibeas
Fernando -
Zaguán donde reposar en la sombra,
allí donde tú y yo estamos solos,
donde apenas nos queda
un niño corriendo por las calles
y una madre gritando su nombre
abrazos.
Antonio -
Un bosque con todos los colores,
con todos los sonidos,
con todos los olores,
con todos los sabores...
¡Hay que atravesarlo!
¡Un abrazo grande!
Antonio -
¡Un beso!
laMima -
No hay que temer entrar en él y recorrerlo...paso a paso.
ana m. -
:)
saura está enterrado en un lugar precioso.
besos.