LOS CHICOS BUENOS
La lucha fue para nosotros una forma activa de vivir. Sólo podíamos avanzar así, abriéndonos paso entre las ruinas de una sociedad que no era nuestra por más que nos la quisieran imponer... y luchamos por cambiarla, con más voluntad que eficacia en todas las trincheras, enfrascándonos en cada batalla con el mismo objetivo. Nunca ganamos ninguna porque fuimos críticos; por el contrario al no ser sectarios, cada pequeña victoria también fue la nuestra.
Crecimos deprisa constreñidos por una enseñanza que queríamos olvidar mirando a un futuro que todavía no nos pertenecía. Entramos en los kioskos y en las librerías como animales asustados con sed de saber y supimos de autores y obras que nos cambiaron por dentro para siempre y que jamás olvidaremos.
Escribimos en paredes, plaquettes y sobre algún cuerpo desnudo la caligrafía primera de tanto amor y esperamos la tarde de los viernes como un regalo de Marx o de Dios: Para entonces ya teníamos Triunfo, Andalán, Mundo Obrero, Venceremos... y la esperanza y la ironía intactas. Ignorábamos el tremendo peso de todas las putadas con las que el tiempo acaba cargando las mochilas rojas de los chicos buenos.
5 comentarios
Antonio -
Mayusta -
Javier López Clemente -
Antonio -
Javier López Clemente -