SECRETOS COMUNES
Fue su primer concierto, su primer gran concierto, por eso cuando se apagaron las luces del recinto y sobre el escenario comenzaron a entrelazarse y fundirse cortinas de luz de mil colores, Juan abrió sus ojos azules más que nunca y atrapó con ellos cada detalle, cada instrumento, cada efecto... Con los primeros acordes, le agarré fuerte contra mí y sentí su pequeño corazón latir con fuerza, como si fuera a escapársele del pecho... Emocionado tarareaba cada canción, marcaba el ritmo y escudriñaba a escasa distancia, las guitarras de Álvaro y Ramón... Vibró a tope durante dos horas largas, que se desvanecieron como el humo del cañón. Mi hijo pequeño y yo ya tenemos más secretos en común.
Antonio Pérez Morte (Diario, 27 de Agosto de 2010)
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