Día de reencuentros
Hoy ha sido un buen día, un día alegre, soleado, de altas temperaturas, un día para el reencuentro y la poesía: En el antiguo y hermoso Molino Periel de Sabiñánigo, Antonio ha vuelto a poner en marcha sus viejas y cuidadísimas máquinas, para que los invitados, Julio Blanco, Rosendo Tello y Javier Barreiro se trasladasen por unos minutos al pasado.
Rosendo y yo, casi sin darnos cuenta, también hemos viajado en el tiempo, hasta aquella lejana tarde del ochenta y seis, en la que dejamos para siempre, en el cementerio de Cuarte de Huerva, el cuerpo sin vida de nuestro entrañable amigo Luciano Gracia, con quien ambos habíamos compartido inolvidables vivencias personales y poéticas. Aquel mismo día del funeral, los periódicos aragoneses insertaron la noticia de su fallecimiento, aunque algunos de ellos lo hicieron, reproduciendo junto al texto la fotografía de Rosendo, en lugar de la de Luciano: Tello recuerda siempre esa anécdota como una última y divertida broma de su compañero Gracia.
El tiempo pasa deprisa y deprisa hablamos de otros amigos: de Labordeta, de Manolo Vilas (que al final no ha podido venir), de Ángel Guinda...
Rosendo me habla emocionado de otro gran amigo suyo, Javier Lentini, a quien desgraciadamente no llegué a conocer, y me agradece que haya colgado en esta página ese par de poemas suyos, que conservan intacta su personalísima voz.
Comienza el acto cuando, asombrado, descubro sobre el estrado a Javier Barreiro, con quien no coincidía desde los tiempos de Trébede. Somos igual de despistados...
Javier y Rosendo nos descubren su pasión por la lectura, las claves de esa pasión, las respuestas a tanta pregunta: El tiempo pasa deprisa y deprisa, como flashes fotograficos, aparecen ante nuestros ojos las portadas de los viejos cuentos, los héroes de nuestra infancia, los viejos tebeos. Casi sin darnos cuenta han pasado dos horas, ha caído la noche, y llega la hora de la despedida, de los abrazos.
6 comentarios
Antonio -
¡Besos a todos!
Amparo -
Antonio -
¡Qué bonito es lo bonito!
Reencontrar a los amigos: asomarse a esta ventana y escuchar tu voz.
¡Un beso!
Antonio -
Magda -
Javier -
Pero como estaba Luisa, te eché menos de menos...
Abrazos