SÓLO A UN POETA...
Sabiñánigo está a tope: Hay que madrugar para coger el pan. Hay que llegar pronto al kiosko si pretendes leer la gistaineta en papel.
Si quieres dar un paseo lento en trenecito por la ciudad, hay que llegar a tiempo a la parada. Hay que correr, esquivar a los críos y a los cabezudos, a los vendedores ambulantes, a las sudorosas chicas de Aragón Televisión, al cámara, al furgón de Telefónica...
Hay que colarse por cualquier hueco, con Juan a hombros, con la botella de agua, el periódico anoréxico y la hogaza de pan. En verano, ya se sabe: Pan de hogaza y texto colín, música hortera, cotilleos y sucesos, normalidad y bombardeos...
Refrescos, chuches, algodón dulce y manzanas caramelizadas, titiriteros, feria, felicidad infantil... ¡Sólo a un poeta se le ocurriría hacer huelga!
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Mariana -