Inventario de martes
He retomado, afanosamente, el último libro de Antón Castro. Me he hecho, gracias a Raúl Suárez, con una buena colección de canciones de mi admirado José Larralde. También he recibido una invitación imposible de Carlos Castán para asistir este miércoles a las siete de la tarde, a la lectura de relatos eróticos con música de saxo, de Noemí Caballer, que tendrá lugar en el Centro Raíces de Huesca (C/Campana nº1). He hablado, largo y tendido, con el mejor constructor de claves que conozco y con uno de mis mejores amigos, Rafael Marijuán: un hombre que vive rodeado de música y mujeres, y a quien los medios de comunicación españoles comienzan a reconocer su trabajo.
Me ha quedado tiempo, todavía, para contactar con amigos del foro de Nueva Poesía Hispanoamericana y saber que la voz de numerosos poetas de distintos paises han conseguido algo, que nos parecía inalcanzable, hacer recapacitar al consulado español sobre la negativa de visado al poeta peruano Leo Zelada, que el próximo día 22 estará en Barcelona presentando la gran antología.
Este martes también ha sido fructífero en la oficina y en casa, aunque Internet ha vuelto a hacerme la puñetica y he tenido que esperar hasta estas horas para picar mi texto.
Mañana será otro día: Empiezan a abrirse las rendijas y a perderse en el vacío el las fumatas...
2 comentarios
Carlos -
lo malo es que de tanto escucharlos, suenan como si Don José cantase en una freiduría de churros o patatas!
¡Podían reeditar alguna recopilación en disco doble!
Zanni -
No hay forma de encontrar sus discos