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Antonio Pérez Morte

LA CULTURETA ZARAGOZANA

LA  CULTURETA  ZARAGOZANA

El difícil ejercicio del equilibrio. No el que establece cada uno consigo mismo, persiguiendo criterios objetivos dentro del mundo de la creación, de la comunicación, no. Os hablo de ese otro equilibrio, terrible, que a menudo se nos exige a creadores, escritores, músicos o artistas plásticos. Ése que constituye una pérdida de libertad y obliga al artista a marcar distancias, a no decantarse demasiado en ninguna línea, porque la rivalidad, "la envidieta" y una sociedad llena de intereses económicos y de poder, anda al acecho. Hablo, claramente, por ejemplo, y sin ambigüedades (entre las que tan fácilmente ellos se mueven) de quienes manejan sin pudor los hilos de la cultura, a su antojo, y a través de publicaciones, manifestaciones culturales o muestras plásticas, utilizan (descarada y descarnadamente) a quienes están obligados a promocionar, tomándolos como medio o arma arrojadiza entre instituciones, que debieran marchar a la par, o al menos en buena sintonía. Hablo de aquéllos para quienes la cultura no es un fin, sino un medio válido para autosatisfacer su vanidad personal y su egocentrismo, de quienes en el triste mundo de la cultureta zaragozana, intentaron siempre etiquetarnos. Yo hace mucho tiempo que huí de tanto ahogo: Más de un cuarto de siglo me separan ya de mi primera plaquette, de la que dicho sea de paso, se publicaron mil quinientos ejemplares en 1979. Desde entonces he seguido trabajando en silencio, huyendo siempre de los "grandes eventos culturales", para refugiarme quizá, entre las páginas de un libro, en un artículo de periódico, o bajo un mural inmenso que me rescate del vacío, en el que a veces, desencatados, tienen que moverse, muchos de mis amigos, a los que cualquier día pondrán el código de barras en el culico.

Hoy, tantos años después, releo numerosos textos míos publicados en antologías de otras comunidades españolas, e incluso internacionales, aunque muchos amantes de la poesía no sepan, todavía, quien es este chico, que durante el último cuarto de siglo, nunca se mordió la lengua y que hoy cuelga en su blog, con demasiada razón y quizá un poco de insolencia, algo que muchos otros llevan años pensando y callando, porque la autocensura les impide pedir en voz alta: ¡Más cultura y menos cultureta! ¡Va por vosotros! ¡A mí me la trae fresca!

5 comentarios

Sonia -

Algún día todo cambiará!

Pepe -

Veo en tus palabras más razón que insolencia. Ojalá se estrenase en nuestra ciudad y con la cultura, un nuevo talante.

Celia -

Se trata muchas veces de llenar calendarios y cubrir el expediente, de justificar,
también, programas, sin interés, sin ganas...

Juan -

Esto pasa desgraciadamente en muchos otros sitios, aunque sé que no es consuelo.

Anónimo -

Para vivir tan alejado de la capital, sabes bien como funcionan las cosas de la cultura ¡Qué tristeza!