DOS DE DICIEMBRE
Hoy debería estar en Zuera, enterrando a un amigo inolvidable, uno de esos que nunca me ha fallado. Debería estar, también, en la Biblioteca Municipal de Sabiñánigo, recitando poemas, compartiendo textos y experiencias con Oscar Sipán, Severino Pallaruelo, Elizabeth Hernández y un puñado de lectores, pero no podrá ser...
Intentaré que este jueves, dos de diciembre, sea un día como cualquier otro, y que acabe pronto, sin haber pensado demasiado.
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