Adiós a Domingo Esteban Tenas
Hoy a las cuatro de la tarde, ha fallecido en Zuera, Domingo Esteban Tenas, un ser humano extraordinario y uno de mis mejores amigos. Sirva para honrar su memoria este artículo, publicado en "Siete de Aragón" hace ya cuatro años:
DOMINGO ESTEBAN, CONCIENCIA Y TENACIDAD.
Domingo Esteban Tenas, Premio Medio Ambiente 2000 de la D.G.A., nació en Lécera (Zaragoza) hace sesenta y siete años. Allí vivió una infancia austera, inmerso en un medio agrícola muy duro, y allí permaneció hasta el año cuarenta y ocho, fecha en la que con quince años emigra a Villanueva. Después se traslada a Mataró: En esta ciudad vive hasta 1967, trabajando en el mundo de la construcción. Desde este año (1967), Domingo reside en la villa de Zuera, junto a Juana, su mujer, y sus tres hijos: Domingo, Pilar y Eva.
En Zuera y durante los últimos treinta y tres años, Domingo ha ido compaginando sus tareas de albañil con una constante actividad social en la vida del municipio: además de presidir durante muchos años la Asociación de Vecinos Odón de Buen, ha realizado una importante labor sindical en CC.OO., formó parte de la Comisión por la paz y el desarme, la agrupación local de Izquierda Unida y la Coordinadora Comarcal del Bajo Gállego contra la Macrocarcel de Zuera. Domingo siempre ha creído que no existirá democracia real mientras no se establezcan los cauces necesarios para una auténtica participación ciudadana. Los ciudadanos no sólo tienen el derecho, sino el deber de participar, afirma Domingo, y así lo viene demostrando diariamente desde hace muchos años con su entrega constante, su actitud constructiva y su compromiso. Domingo ha sido siempre un hombre generoso y austero, fiel por encima de todo a sus convicciones más profundas, a su ideología.
Cuando en el caluroso verano del setenta y nueve ardieron seiscientas hectáreas en el monte Vallonés de Zuera, Domingo sintió la impotencia tremenda de no poder hacer nada. Por ello volvió a casa convencido de que aquella zona quemada habría que repoblarla. El PSOE local no pensaba de la misma forma e incluyó la promesa de la roturación como bandera electoral de los comicios del ochenta y dos. El ingeniero municipal también se manifestó contra aquel proyecto, pero desgraciadamente no se le tuvo en cuenta. Fue entonces cuando la Asociación de Vecinos decidió emprender la lucha contra aquella aberrante decisión, que podía haber sentado prrecedentes en incendios posteriores: monte quemado, monte roturado. Se escribió una durísima carta al direector del Icona en Madrid, que inmediatamente paralizó aquella iniciativa.
En el año ochenta y tres comenzaron las repoblaciones. En el "corralico" que Domingo tiene junto a su casa puso las primeras plantas, unos dos mil pinos piñoneros cada año, y a partir del noventa y tres (año de su jubilación), decidió aumentar la cantidad de planteros, así como la de variedades: pino carrasco, encinas...
Han sido muchos los experimentos realizados para lograr que saliesen adelante la mayor parte de los pinos. Muchas las horas invertidas hasta lograr un buen crecimiento... Con la ayuda de los colegios ha logrado plantar sesenta mil árboles, o lo que es lo mismo, una extensión cercana a las cien hectáreas. También ha llevado a cabo tareas de repoblación en otros lugares como el Zorongo, San Juan de Mozarrifar o La Puebla de Híjar, y ha donado sus plantas a distintos centros, como la Escuela de Capacitación Agraria de Movera. Sin embargo esta permanente, altruísta, solitaria y solidaria labor de Domingo que ahora se ve recompensada, no ha estado exenta de impedimentos, e incluso fracasos. "Cuando iban a construir el pantano de Mediano, pusimos un montón de pinos por encima de la cota que nos indicaron. Luego el embalse subió más de lo previsto y los inundó".
Domingo, que el pasado día 2 de Junio recibió el premio de manos del consejero de Medio Ambiente, Víctor Longás, había sido nominado por Ecologistas en Acción, para participar junto a otras quince candidaturas, a las que se impuso gracias a su labor individual, callada y constante. En el transcurso del acto, que acabó convirtiéndose en un homenaje a toda su vida, se mostró abrumado y satisfecho por este reconocimiento a su trabajo. Una satisfacción que se unirá a otra satisfacción interior, la de quien es consciente de haber realizado una obra importante en beneficio de la comunidad. De cualquier forma, el mejor premio sería haber sido capaz de "sembrar en los más jóvenes el amor a la naturaleza y el respeto por medio ambiente". Un amor que debe crecer para dar sus frutos. ¡Ojalá lo haga pronto, muy pronto!. Mientras, Domingo Esteban Tenas, seguirá arengando a los representantes de las instituciones como lo hizo el otro día, para que "se pongan las pilas" y probablemente vuelva a encerrarse, una vez más, en el "corralico" de su casa de Zuera para intentarlo de nuevo con un árbol todavía más difícil: la sabina.
(Artículo publicado en "Siete de Aragón" el día 3 de Julio de 2000)
8 comentarios
Joana -
A pesar de los años, me han emocionado.
Gracias.
Noelia -
Antonio Pérez Morte -
Seguirá siempre vivo
en el recuerdo de quienes
fuimos sus amigos!
Julia -
Imprescindible.
Incansable.
Inolvidable.
...
Miguel -
Miriam -
LOLA -
con la colectividad,
al que todos deberíamos imitar.
Luis -
Lo siento, Antonio,
un abrazo para sus familiares y amigos.