El miedo arriba. Arriba.
Un día más encarar la jornada.
Gobernar sin apoyos la rutina.
Cálculos,
promesas,
balances.
Elites rebeldes
buscando prebendas cada día,
mientras el sueldo no alcanza
y se alarga la noche
si la vives despierto
y sueñas,
con los ojos abiertos,
la misma pesadilla.
Y a pesar de todo me acuesto contigo.
Antonio Pérez Morte
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