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Antonio Pérez Morte

Una vida tranquila (Un poema de Ángel Guinda)

Una vida tranquila (Un poema de Ángel Guinda) Me he castigado tanto el cuerpo, el alma,
que sólo tengo ganas de volver,
desatado de todo y de mí mismo,
a ese lugar donde las horas cunden,
fértiles, y pensar aprovecha como
un zumo fresco de frutas bajo el sol. Pasear
-observando el vuelo raso de la neblina
y las candelas del atardecer- empapado
de olor a savia, camino de la casa. Y allí,
junto al hogar, poner un poco de orden
al estrépito de los años, a los muebles
de la memoria: oír el llover lento
de la conciencia calar en el eco de mis pasos,
dispuesto a vigilar, aunque sea de reojo,
el reloj del adiós. Me he castigado
tanto el cuerpo, el alma,
que tengo ganas de regresar al campo
a ver amanecer; escuchar
el agua del deshielo rodar por la montaña;
colmarme de paz de los senderos
intransitados, del canto de pájaros
e insectos, de la brisa que estremece
las manos de los árboles; tropezar
con las piedras al contemplar las nubes.
Sentir que, sin saberlo,
estuve tanto tiempo vivo y aún lo estoy.

(Ángel Guinda / Del poemario "Biografía de la muerte" , Huerga y Fierro 2001)

ILUSTRACIÓN: JOSÉ LUIS LASALA.

2 comentarios

Sandra -

Gracias a Antonio Pérez Morte
y a sus amigos por compartir con los lectores sus obras...
Hacéis la rutina más llevadera!

acróbatas -

"poner un poco de orden
al estrépito de los años, a los muebles
de la memoria: oír el llover lento
de la conciencia calar en el eco de mis pasos,
dispuesto a vigilar"

... Justo ese trocito me puso el bello de punta...

Gracias por compartir.