Despedida (Salvador Iborra)
Adiós pequeña y dulce amiga. De todas las cosas posibles,
cuánta vida te pierdes y cuánta me dejas, cuánta vida,
cuántas noches de cuerpos compartidos y de tiempo infinito,
cuántas ciudades y libros para comentar y recorrer juntos,
cuántas batallas para afrontarlas con una mano en la espalda,
con un confío en ti, en el momento justo en qué tú no confías,
ahora que ya no puedes conscientemente causar más dolor del que causas,
ahora que por dentro estás hecha de sombras y restos de un sueño,
ahora que dudas preocupada todavía de mi fuerza,
con la luz apagada mientras camino sin sonreír,
puedes recordarme y volver a esta página si de tanta
soledad alguna noche tiemblas y sudas con la piel helada,
y tienes miedo, ven a estos ojos que vuelven lentamente
de la duda, acuérdate de mi corazón corsario,
que quién tanto te ha amado no puede dejar nunca de hacerlo,
sin más pronóstico amenazante que el tiempo y la distancia.
Salvador Iborra
Traducción-Versión en castellano: Antonio Pérez Morte
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Alberto -