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Antonio Pérez Morte

FINITO (Miguel Labordeta)

FINITO      (Miguel Labordeta)

La doncella soñaba paloma
con su voz desnuda de mercurio.
¿Quién salvará al Hombre de su Nada?
El mancebo cantaba en la orilla del lirio:
"Os lo diré en secreto
sólo tengo una vida que morir
y un río demudado de pálidas espadas
atravesando mi corazón desconocido
sin respuesta a ese nombre de fuego
que deshabita el corazón de los peces
cuando se llaman Yo."
¿Quién salvará al Hombre de su Nada?
Sueño y canto
se fundieron en el alba abrasada
de los mares cuando quieren nacer
y el recién llegado hablaba así a sus amigos:
"Planificaré el Mundo y sus contornos
y haré de los hijos de la Mujer y del Hombre
dioses regocijados con mañanas
de león misterioso."
¿Quién salvará al Hombre de su Nada?
El muerto amaba en secreto una estrella.
Él era la doncella el mancebo y el recién llegado.
Voz rota de mercurio. Lirio tronchado. Inútil mar nacido.
Y allí estaba ardientemente esperando
que de su costado deshecho surgieran
abiertos sollozos más brisas altas
que años luz en enjambres de billones
de galaxias sobre los lagos silenciosos
del Secreto Ojos Sumido.
¿Quién salvará al Hombre de su Nada?

Miguel Labordeta,  de Sumido 25, Zaragoza, 1948. 

Ilustración: José Luis Cano Rodríguez

2 comentarios

Antonio -

¡Cada vez más vivas, las siemprevivas palabras de Miguel!

Ana -

La palabra de Miguel, cada vez más viva...