ÁNGEL GUINDA, FIERAMENTE HUMANO (David González)
Examinad vuestra conciencia, decía Zola, y eso mismo trata de decirnos el poeta Ángel Guinda por medio de una huelga de hambre con la que persigue unas metas con las que yo, humana y poéticamente hablando, no puedo estar más de acuerdo.
Desde que Bertrand Russell escribiera "La educación y el orden social", el control del pesamiento, la psicología de masas, se ha perfeccionado lo suficiente como para que ya no haya límitesa lo que nuestros gobiernos, valiéndose de los medios de comunicación y de la industria del entertainement, quieran hacernos creer (lo de las armas de destrucción masiva de Iraq, por ejemplo), así que no es de extrañar que en el contexto de una sociedad en la que el alumno no es considerado como persona, sino como recluta (Russell) y en la que la inmensa mayoría de sus miembros mira solo por su propio bienestar (aún a costa del de sus semejantes) y en la que la inmensa mayoría de nuestros intelectuales no se mueve por principios de justicia y verdad, como quería Julen Benda, sino que son loros al servicio del poder establecido, no es de extrañar, digo, que acciones solidarias como la del poeta Ángel Guinda, sean o silenciadas por la opinión pública o ridiculizadas (y calumniadas) por la multitud (Critopher Hitchens).
Ángel Guinda, no obstante, debe tener la sensación de estar haciendo todo lo que puede para que el mundo sea menos desdichado, de contarse entre los que tratan de impedir que la raza humana caiga en el estancamiento y la desesperación (Russell) y debe tener presentetambién que no está sólo en esto, y que este breve texto es la manera que tengo, de mostrarle mi apoyo y solidaridad, y mostrarlo publicamente, porque como ya escribió Baudrillard: Cuando hombres valientes se atreven a alzarse contra las ideas comúnmente aceptadas y a provocar la indignación de los demás, es preciso señalarlo.
David González, 28 de Julio de 2006
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