Fragmento (Samuel Beckett)

Sí, he sido mi padre y he sido mi hijo, me he planteado preguntas y las he contestado lo mejor que pude, me he hecho repetir, noche tras noche, la misma historia, que me sabía de memoria sin poder creerla, o nos íbamos, cogidos de la mano, mudos, sumergidos en nuestros mundos, cada uno en sus mundos, con las manos olvidadas, una en la otra. Así he sobrevivido, hasta el presente. Y aún esta noche parece que todo marcha bien, estoy en mis brazos, me sostengo entre mis brazos, sin mucha ternura, pero fielmente, fielmente. Durmamos, como bajo aquella lejana lámpara, embrillados, por haber hablado tanto, escuchado tanto, penado tanto, jugado tanto.

Samuel Beckett (Textos para nada, Tusquets, Barcelona, 1971)

2 comentarios

[Antonio Pérez Morte - 26 de marzo de 2006 - 23:11]

Sin duda!
¡Cuánta buena poesía en estas doce líneas!
No me canso de releer su obra.

[JoseAngel - 26 de marzo de 2006 - 23:00]

Sí, el pobre Beckett llevaba un edipo... desde luego, tener un hijo le hubiera llevado a relativizar muchas cosas. Pero los niños están fuera del horizonte de su obra...