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Antonio Pérez Morte

Primer Gatillazo (Un poema de Joaquín Sabina)

Primer Gatillazo  (Un poema de Joaquín Sabina)

 

Ya comprende un servidor

que el gatillazo de ayer

no encoña al mejor postor:

Sin edad de merecer

puedo seguir siendo yo

cuando me da por crecer.

 

¿Por qué en Gijón, madre mía,

dónde yo menos quería,

pasó lo que pasó?

Mi garganta pajillera

con costo en la faltriquera

dijo que sí, pero no.

Lo malo es que el Jovellanos

se me escapó de las manos

por do más pecado había...

El Titanic y el grumete

salsa rosa caga y vete,

menstruo de cuaderna vía.

 

A mi Nano, en Nueva York

se le atravesó el terrat

y Manhattan lo adoptó

y a Pablo, cuerpo presente,

cuando fue a Chile, a pisar

nuestras calles nuevamente,

las pisó, claro que sí,

cayendo chuzos de punta

pero estuvimos allí,

los del barcá, los valdanos,

las zidanes cejijuntas,

los talibanes cubanos.

Y, sin embargo, esa voz

enmudeció de repente

para darnos otra coz.

 

Cambiarle la jeta a Acebes

es lo mejor de la noche,

de este concierto tan breve.

Mañana será otro día,

volveré a ser el fantoche

de Calle Melancolía.  

 

(Primer Gatillazo, Gijón, Diciembre de 2005)

 

3 comentarios

Magda -

Dicen que las personas hasta le aplaudieron cuando sólo pudo cantar tres canciones y se levantó. Creo que lo comprendieron porque lo quieren. A mi me parece un gran canta-autor. Cuando viene a México, bastante seguido, lo primero que hace es ir a El tenampa, un lugar adonde se come riquísimo y se escucha mariachis todo el tiempo.

Antonio -

¡Quizá son los excesos de otro tiempo (más que los de ahora)los que le pasan factura! De cualquier forma,
Sabina es genial hasta en sus momentos bajos...

Cide -

Si Sabina no fuera como es no escribiría canciones tan ingeniosas. Así que no queda más remedio que perdonarle por sus maldades.

A cualquier otro no le perdonaría. Pienso en la gente que habrá ido desde alguna ciudad cercana para ver el concierto y que por una noche de excesos del de Úbeda se queda con un par de narices.