Primer Gatillazo (Un poema de Joaquín Sabina)
Ya comprende un servidor
que el gatillazo de ayer
no encoña al mejor postor:
Sin edad de merecer
puedo seguir siendo yo
cuando me da por crecer.
¿Por qué en Gijón, madre mía,
dónde yo menos quería,
pasó lo que pasó?
Mi garganta pajillera
con costo en la faltriquera
dijo que sí, pero no.
Lo malo es que el Jovellanos
se me escapó de las manos
por do más pecado había...
El Titanic y el grumete
salsa rosa caga y vete,
menstruo de cuaderna vía.
A mi Nano, en Nueva York
se le atravesó el terrat
y Manhattan lo adoptó
y a Pablo, cuerpo presente,
cuando fue a Chile, a pisar
nuestras calles nuevamente,
las pisó, claro que sí,
cayendo chuzos de punta
pero estuvimos allí,
los del barcá, los valdanos,
las zidanes cejijuntas,
los talibanes cubanos.
Y, sin embargo, esa voz
enmudeció de repente
para darnos otra coz.
Cambiarle la jeta a Acebes
es lo mejor de la noche,
de este concierto tan breve.
Mañana será otro día,
volveré a ser el fantoche
de Calle Melancolía.
(Primer Gatillazo, Gijón, Diciembre de 2005)
3 comentarios
Magda -
Antonio -
Sabina es genial hasta en sus momentos bajos...
Cide -
A cualquier otro no le perdonaría. Pienso en la gente que habrá ido desde alguna ciudad cercana para ver el concierto y que por una noche de excesos del de Úbeda se queda con un par de narices.