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Antonio Pérez Morte

Amparito o El columpio vacío

Amparito o El columpio vacío

He soñado esta noche pasada con mi amiga Berta. Hace tiempo que no hablo con ella y llevaba varios días pensando en llamarla para conversar.

Esta mañana, mientras me afeitaba y hacía el propósito firme de no dejar pasar un día más, ha sonado el teléfono: Mi hermana Maribel me daba la noticia de la muerte de Amparito, su madre.

Amparito se trastornó mentalmente durante la guerra civíl, a causa del miedo y tuvo que pasar unos años en el psiquiátrico de Zaragoza hasta que la evolución de su enfermedad permitió a la familia sacarla de allí. Desde entonces, Berta, ha estado dedicada por completo al cuidado de sus padres.

Amparito recuperó el tiempo perdido volviendo a la niñez y Antonio, su yerno, le construyó un hermoso columpio en el corral de su casa de Zuera, allí se hizó mayor jugando con muñecas, haciendo labor, zurciendo imposibles, cantando y soñando con niños a los que admiraba con ternura infinita (¿dónde está tu Pablico? preguntaba), escondiéndose de las visitas tras una puerta de cristal, columpiándose...

Y en ese ir y venir del columpio, Amparito, mimosa y dulce, fue para la incombustible Berta, a ratos la hija que nunca tuvo, a ratos, la madre que no pudo ser.

Berta y Antonio le han dedicado gran parte de su vida. Hoy se ha marchado definitivamente, para no volver. Mañana, todo será deber cumplido y cenizas. Mi amiga, no espera nada, no hay reencuentro posible ni recompensa, es comunista y atea, por eso tendremos que seguir dándole, mientras podamos, aquello que más le gusta: buena literatura, chocolate y amor.

4 comentarios

Antonio Pérez Morte -

¡Que alegría encontrar en torno a este texto sobre Berta y Amparito, tantos nombres de amigos!


Cide -

Quizá ahora sea el momento en el que tu amiga necesite más que nunca tu amistad. Es duro el momento de perder a una madre, y más aún si entre las dos se han generado las dependencias que cuentas.

Samuel -

Aquí estoy con mis compañeros de piso, alucinando con tus escritos. Estoy llorando, amigo.

Raquel -

¡Que texto más bonito, seguro que a tu amiga le encantará!