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Antonio Pérez Morte

La luz de Carlos Saura en el Centro Niemeyer de Avilés

La luz de Carlos Saura en el Centro Niemeyer de Avilés

Tenue, cegadora, acogedora, reveladora, la luz de Carlos Saura se filtra con la intensidad exacta, en cada uno de los espacios del Centro Niemeyer de Avilés, donde el artista aragonés acaba de inaugurar un recorrido didáctico y poético que permancerá abierto hasta el próximo día once de septiembre y en el que mezcla a partes iguales, ciencia, ilusión y creación.   La muestra, concebida por el propio Saura, ha sido comisariada por Asier Mensuro y realizada en colaboración con el director de fotografía José Luis López Linares. Saura reflexiona en ella sobre cómo "a través del ojo, el ser humano se abre a la luz" e inventa los elementos que pueden sustituirlo, como las cámaras de fotografía y cine. 

Así como la Biblia tuvo en su capítulo inicial un "hágase la luz", este Centro ha querido centrar su génesis como anfitrión de exposiciones artísticas con el estudio de este mismo e importantísimo elemento, que en palabras del propio artista: "Es un tema brutal, enorme, inabordable".  La complejidad de un "hilo conductor" tan intangible como es la iluminación, se ve todavía reforzada, al asumir el reto su adaptación a la arquitectura de Niemeyer: Carlos Saura reconoce que "no ha sido nada fácil, dada su estructura. Nos hemos roto la cabeza durante meses para compensar las deficiencias expositivas de este edificio maravilloso, que no está pensado para esto". 

El recorrido por la muestra "Luz", se inicia con la más absoluta oscuridad, la gran semiesfera blanca hace las veces de firmamento.   La luz por excelencia: La del sol brilla y se apaga, para dejar paso a algunas obras maestras de la pintura, desde Van Gogh a Edward Hopper, reelaboradas y animadas por Carlos Saura, que viajó infatigablemente durante ocho meses hasta montar la muestra.

Carlos Saura ha sido fotógrafo desde siempre, desde niño, antes incluso de saberlo. La fotografía es un campo que no tiene misterios ni secretos para él.  Dice que "el problema es inventar algo que sea tuyo, a veces en contra de las opiniones ajenas".   

El cineasta aragonés, que recibió con "Tango", en el Festival de Cannes, una mención especial por su tratamiento de la luz (apoyado en su gran colaboración con el director de fotografía Vittorio Storaro) y que en la última época de su carrera se ha centrado en un cine prácticamente sensorial, no sólo explora la importancia de la luz en el arte, sino también en la existencia, como creadora de sombras y detonante de miedos: "No conozco ningún niño que no haya pasado un momento de terror ante la oscuridad. O esa sensación de caerse por la noche. Es el terror que tenemos los que sabemos ver".

Los niños y sus miradas limpias, tienen un espacio y un protagonismo especial en la muestra, con una sección especial para que pinten sus impresiones sobre la exposición y por el tratamiento "lúdico y didáctico" que ha buscado este acercamiento a la "Luz". Juegos con colores, laberintos de espejos, experimentos con mariposas y hologramas dinamizan el camino hacia lo luminoso, en el que el visitante puede hacer fotos y vídeo libremente para "poder llevarse un trocito de la exposición a casa".

Antonio Pérez Morte

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