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Antonio Pérez Morte

La buena suerte (Carlos Castán)

La buena suerte (Carlos Castán)

La mañana era sucia y medio lluviosa. Ahora daba vueltas a su café sobre el mostrador de zinc de un bar perdido en cualquier calle. La noche había sido sudorosa y larga, llena de sueños trabados y vueltas en la cama, y otra vez se le había metido dentro esa bruma amarga que le impedía pensar con claridad y lo convertía a sus propios ojos en la figura solitaria de una gris acuarela. La tristeza se le atrincheraba dentro y le faltaban fuerzas para hacer frente a los días, vencido prematuro, propenso a morir.

A través de la cristalera vio de repente a una mujer joven y bellísima. Debía de estar embarazada de cinco o seis meses y su mirada estaba hecha de luz. Pensó por un instante que todo valdría la pena si la tuviese a su lado, envidió con todas sus fuerzas al padre de aquella criatura que crecía en su vientre, bajo el vestido azul.

La muchacha parecía caminar en busca de algo. Cuando lo vio en el interior del bar, se acercó hasta él, que, sentado en lo alto del taburete, sintió un temblor en su corazón. "Otra vez lo has hecho, cariño, no te tomas las pastillas que te dio el doctor para la amnesia, te largas por ahí sin dejar aviso, un día de éstos te perderé".

Carlos Castán

(Relato incluido en su último libro Sólo de lo perdido, Destino, Barcelona 2008,  que  será  presentado por Ismael Grasa, hoy Jueves, 6 de Marzo a las  19,30 Horas en FNAC de Zaragoza)

2 comentarios

Antonio -

De todas formas, Ana, todavía te queda por hacer lo mejor: Leer el libro. ¡Ya lo tengo aquí!

ana m. (quérabiameda) -

y yo me enteré ayer, jueves, por la noche...

jo.