Blogia
Antonio Pérez Morte

El capitoné (Mariano Gistaín)

El capitoné  (Mariano Gistaín)

Hoy lloverá pues. No se puede machacar a los bomberos. Una ciudad que hace eso no merece una Expo. Ni nada. No se puede racanear a unos tipos que se juegan la vida. Están ahí en Valle de Broto, se les ve desde la calle, por las ventanas, esperando el timbre para salir a jugarse la vida, por nosotros.  Los obispos no se aclaran. Pasan tanto tiempio amasando ideología rancia, para el rajoyismo que pierden el oremus y la gelocalización bendita. El rajoyismo  va dando palos teológicos entre la xenofobia a los camareros y la destemplanza onírica. Meterse con los camareros es suicida. Es extraño que Rajoy no exija la mantilla. Una prenda de tanta solera y raigambre, y la desperdicia.  El pijismo peperil no aprovecha los símbolos. El nuevo logo -ayer decían en Twittwe que parece un culo, en pompa- es de tebeo. Eso no hay quien se lo ponga en un pullover.
Hoy va a caer una tromba de agua que nos va a dejar los pantanos a rebosar. Se ponen tobas las nubes, casi a punto de gotear, cluecas de Expo, tobicas como edredones de plumas. Hala, a ver esas rogativas con champán aragonés, o cava, o lo que diga Europa.
El foco de insumisos y heterodoxos leridanos (en sentido estricto, herejes) quieren trampear las sentencias del Vaticano, pero están fuera de la ley. Son maniobras desesperadas, se ve que ya no se les ocurre nada. Ofrecen prestar aquello que no es suyo. Son los últimos coletazos absurdos de un litigio que ya ha terminado. No hay más opción que embalar bien esas piezas y echarlas al camión de mudanzas hacia Barbastro-Monzón, que a su vez tendrá que irlas devolviendo a sus iglesias de origen cuando el vecindario las reclame y arreglen las goteras. Quieras que no, que decía Escartín, esto va a acabar en el camión de las mudanzas. El capitoné bien acolchadico con la bandera de Aragón. Y los clérigos díscolos, en las mazmorras vaticanas, que son más confortables que Guantánamo -tienen hilo musical pero sólo Vivaldi y eso-, y con monos color butano, que se han estandarizado, como todo lo del Imperio. Esta monserga, de Lérida acabará en el capitoné. Habría que mandar ya unos camiones de mudanza a la puerta del museu y dejarlos con el motor en marcha, que el ralentí hace muchos nervios. Y los pilotos parpadeando con el amarillo vaticano. La mudanza la vamos a tener que pagar igual. Así que cuanto antes, mejor.

Mariano Gistaín
(El Periódico de Aragón, 15 de Febrero de 2008)

6 comentarios

Inde -

Suscribo la propuesta del ralentí a la puerta del museu. Y todo lo demás. Incluido lo de las nubes panzudas, a ver si hacemos fuerza, que nos vendría más bien una buena tronada...

Antonio -

Mariano: Claro, claro...
¡Yo no te mando besos, porque te "apego" el constipau!

m ; ) -

JAJAJA
Ahora que caigo, el anuncio de Google es de Mudanzas, qué bueno !

m ; ) -

Gracias, Antonio
y LaMima
besos

Antonio -

Inma: Este "zagal" tiene menos "desperdicio" que la patata nueva...
¡Besicos!
¡Otro grande para Ainhoa!

laMima -

Amén.
Magnífico, para variar, NUESTRO Mariano. ;)