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Antonio Pérez Morte

¡AQUÍ ESTOY!

¡AQUÍ ESTOY!

Llevo muchos días sin asomarme al blog. ¡Aquí estoy!  Como cantaba  Nacha Guevara, pero con menos voz: ¡Aquí estoy!    Aquí estoy como siempre, lleno de proyectos,  buscando  un tiempo que el lunes estuvo a punto de robarme, para siempre, un furgón de reparto cuando cruzaba camino de la oficina, la desastrosa Plaza de Azpe de Sabiñánigo:  Un espacio muy peligroso, mal acotado, sin pasos de cebra ni semáforos,  por donde circulan a diario, jugándose la vida, involuntariamente, a la ruleta rusa, centenares de peatones frente a numerosos conductores suicidas...    

Aquí sigo, ordenando textos, acabando artículos que ya no publicará Qriterio; intentando contestar a las cartas y a los e-mails que envían a diario compañeros y amigos;  rodeado de libros precintados; pasando de antologías a las que no llego...    Rumiando mi ultimo viaje a "tierra baja" y  llenándome de recuerdos de amigos recuperados por un instante  a la puerta de la biblioteca, del kiosko o en mitad de la calle.   He visto estos días a mi madre y hermanos, a mis tías, a un puñado de amigos, a algunos viejos faranduleros de los ochenta  a quienes quiero mucho y con quienes hace mucho que no coincidía;  además me quedó tiempo para tomar un cafecico en el Levante.  

¡Aquí estoy, de vuelta, entre albaranes, facturas, presupuestos, tareas domésticas y algún que otro ansiolítico que me ayude a mantener el tipo;  mimando a mis hijos; contento de estar vivo.    Este año he escrito, con adelanto y para que no se pierda mi carta a los Reyes Magos:  Les pido un paso de cebra y un equipo de gobierno competente para Sabiñánigo, la capital del Serrablo.   Sé que la cosa está difícil, pero todavía creo en los milagros.

8 comentarios

jab -

Ya se te echaba de menos, Antonio.
Bienvenido de nuevo a la red :)

Yolanda -

Algo habrá que hacer. Sabiñánigo está cada vez más congestionado y cada vez cuesta más circular y encontrar aparcamiento. En muchas ocasiones cruzó el pueblo por la calle Colí (creo que se llama así), paralela a la principal y es un autentico caos. Apenas hay espacio para circular entre los coches aparcados en una de sus márgenes y los estacionados provisionalmente para "repostar" en sus numerosos bares. Creo que necesitáis más policía municipal o una policía municipal más eficiente.
¡Precaución!

Antonio -

Fernando, Luisa, Mari... Estoy bien, intentando aprovechar al máximo el tiempo, disfrutando de todo lo bueno que cada día nos brinda. Ha sido una semana muy muy intensa... ¡Besos y abrazos para los tres!

Antonio -

Marial: Desde las ventanas de la oficina en la que trabajo, soy testigo a diario de las decenas de infracciones y situaciones de riesgo que se producen: El azar y nada más que el azar ha logrado que hasta ahora sólo se hayan producido pequeños golpes y caídas.

Las obras que se estan realizando actualmente en la acera izquierda de la Avenida de Biescas, acrecientan todavía más el peligro, pues los dos únicos pasos de cebra (de toda la zona), situados frente al Cuartel de la Guardia Civil y el Supermercado Día, quedan intransitables...

¡Una auténtica vergüenza!

inde -

Bueno, qué bien que no pasó nada... Y qué bien que parece que llegas con el brazo arremangao, con las pilicas cargadas...

Luisa -

Vaya, sí que sido agitada y arriesgada tu ausencia! Un parte buena, creo, la de tu estancia en la tierra baja, y una con mucho susto de nuevo por las tierras altas.. Después del cual, creo que has renovado las ganas de rodearte de todo lo que la vida nos ofrece. Cada día un nuevo día. Quiero acumular a tus tareas el recuerdo de que me tienes que decir algo acerca de una ilustración para unos preciosos poemas... No te agobies, aún queda tiempo. Pero no me olvides. Un abrazo, Luisa.

Fernando -

Querido Antonio, me alegro que estés aquí, pensaba que te había pillado una gripe o un largo fin de semana de estos del otoño...fíjate que la vida es un pequeño tesoro que nos parece llevar escondido nosotros y del que nadie ajeno nos puede arrebatar de repente...los matices sobre este pensamiento son enormes ya que ni siquiera lo pensamos, pero el azar reina (será por el premio a Auster, rey del azar). Me congratulo de que salgas de este mal trago...un fuerte abrazo, compañero.

MariaI -

Doy fe de todo lo que dices. Yo también me juego la vida a diario cruzando por esa plaza. A veces he pensado que así era, pero hoy soy consciente que asi ES