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Antonio Pérez Morte

Poemas propios

Me acuesto contigo (Antonio Pérez Morte)

Me acuesto contigo      (Antonio Pérez Morte)

 



El miedo arriba. Arriba.
Un día más encarar la jornada.
Gobernar sin apoyos la rutina.
Cálculos,
promesas,
balances.

Elites rebeldes
buscando prebendas cada día,
mientras el sueldo no alcanza
y se alarga la noche
si la vives despierto
y sueñas,
con los ojos abiertos,
la misma pesadilla.

Y a pesar de todo me acuesto contigo.


Antonio Pérez Morte

 

 

 

Una navaja (Antonio Pérez Morte)

Una navaja  (Antonio Pérez Morte)

                                              

 

                               Para Salvador Iborra

 

La existencia
se ha vuelto complicada,
muy complicada:          ¡Una navaja
se abre paso en mitad de la noche!

Huye, chorrea por las lúgubres calles
de la Barcelona más vieja.

Pedalea la muerte 
sobre tu bicicleta robada
mientras tú,
sin aliento para decir nada,
fluyes, como lo hiciste en cada verso.
Inevitablemente fluyes y te desangras
                                    y te desangras
                                    y te desangras.

 

Antonio Pérez Morte 

PADRE DE TODOS LOS HIJOS (Antonio Pérez Morte)

PADRE DE TODOS LOS HIJOS   (Antonio Pérez Morte)

                                              Para Sergio del Molino  y Cris

 

Pablo,  vuelvo  a  jugar  con  las letras de tu nombre,
que son también  las mismas del  nombre de mi hijo.
Las acaricio despacio sobre la superficie  de la mesa:
Las deslizo de un lado a otro, permutándolas deprisa,
como un aventajado alumno  de  Juan Eduardo Cirlot.

Me  parece increíble  toda esta cantidad de variables,
la enorme cantidad  de posibilidades que me ofrecen
y juego así con tu nombre mientras busco una salida:
La  combinación  exacta   del  conjuro  que nos salve
contigo,  definitivamente  de  la muerte  y  te amarre
con fuerza a los brazos de tus padres.

Con  la  “P” pido tu presencia,   con  la “A” está claro
que amor,   con la “B”...    Con la “B” vuelvo a bajar,
cansado,  una  vez  más, 
las   eternas   lóbregas  escaleras   de   mi  infancia
en busca  de la luz que me lleve de nuevo a  tu lado
para jugar,  jugar  contigo  y  con  tu nombre, Pablo.

En mitad del intento  y muy cerca ya de conseguirlo,
me quedo a oscuras:
Sin luz, te pido que nos ilumines

hasta  acabar esta partida, partida sin ti.   

Vuelvo a acariciar tus dos vocales,
tus tres consonantes, 
y triste sonrío:
¡H
oy me siento padre de todos los hijos!

 

Antonio Pérez Morte
(Sabiñánigo, 18 de Agosto de 2011)

Para leer a David González (Antonio Pérez Morte)

Para leer a David González       (Antonio Pérez Morte)

Madrugas para leer a David González. 
David siempre está despierto.
Mientras apura una última birra
tú te embriagas con esos versos
que sin pudor escupe a tu conciencia.
David, David González, vuelve a casa,
de madrugada, levemente cansado 
de un recital entre colegas, 
para meterse su chute de insulina.
Tú, también llevas lo tuyo:
Demasiado tiempo en un mundo ajeno
intentando huir a través de las rayas, 
líneas, poemas enteros
que David pergeña desde siempre
cuando los demás creen que duerme,
porque David, mi amigo David González,
a quien los adolescentes confunden
con Calamaro o el cantante de Maná,
siempre está con los ojos abiertos.
Siempre, siempre está despierto.

Antonio Pérez Morte

El niño del triciclo (Antonio Pérez Morte)

El niño del triciclo    (Antonio Pérez Morte)

Algunas noches sueño con un niño,
montado en un triciclo,
que a trompicones baja
las frías escaleras de su infancia.
Rueda hasta caer desplomado.
Inconsciente sangra sobre el mármol helado
del desangelado patio,
donde le alcanzan los gritos de parto
de su madre, que le regala un hermano.
Al llegar a este punto, despierto,
salto de la cama asustado,
bebo agua, me lavo la cara y orino.
Mientras, el hombre del espejo
me interroga en silencio y repite mis gestos:
Con pelo alborotado, mal afeitado y medio dormido,
me mira mear y mea, a la vez que yo, como yo mismo.
¡Nos parecemos tanto los dos!
¡Nos parecemos tanto a aquel niño!



(Del poemario inédito "Escombros",  1978-2008)

Como todos los hombres (Antonio Pérez Morte)

Como todos los hombres   (Antonio Pérez Morte)

Como todos los hombres has mirado al abismo,
tras la pared transparente de algún laberinto.
Como todos los hombres anduviste perdido,
atrapado por el fango cotidiano del hastío.

Como todos los hombres, como todos los niños,
jugaste con fuego, quemándote vivo.
Como todos los hombres te apagaste en un río
de alcohol y de llanto, donde flota el olvido.

Como todos los hombres,
lucharás decidido por salir adelante,
aunque te sientas herido
como todos los hombres.

Antonio Pérez Morte

 

Setenta y seis (Antonio Pérez Morte)

Setenta y seis    (Antonio Pérez Morte)

Me acuerdo de ti, pero no voy a llamarte:
Llamarte
sabiendo que nunca has de volver
duele más
mucho más que hablar
para contarte mis cosas de siempre 
con el silencio de jamás.
Duele más que soplar
a solas el pastel imaginario
de tus primeros setenta y seis años. 

 

Antonio Pérez Morte   (10 de Marzo de 2011)

Lo sabes desde siempre

Lo sabes desde siempre

          

                                           Para Pepe Gastón                          

 

Lo sabes desde siempre,
la nostalgia elige sola su momento.
Te sorprende deshaciendo el equipaje
de un viaje de regreso:
Los días arrugados,
amarillos de la infancia,
son un muñeco de guiñol descabezado,
un guante de trapo,
por el que no entra mi mano,
por el que se ha colado el tiempo.

Lo sabes desde siempre,
la nostalgia elige sola su momento,
remienda, emociones descosidas,
vivencias, tiernos versos
y los trozos desgajados de un espejo
al que asoma
el rostro risueño de mi hijo.
¿O es el mío quizá? ¡Ya no recuerdo!

(Antonio PÉREZ MORTE. Del poemario "Escombros" 1978-2008)

Tu voz (Antonio Pérez Morte)

Tu voz   (Antonio Pérez Morte)

Tu bronca voz cruza la noche desde el lejano fondo de mi tiempo.
Viene de lejos cantándole al paisaje, al paisanaje,
por el camino del polvo.

Tu voz, nuestra voz, vuelve de nuevo, una vez más hasta nosotros,
con la constancia pertinaz del eco
y atraviesa la arboleda para barrer, con la fuerza del cierzo,
la sucia hojarasca de días pretéritos.

Tu voz desbordante brotando, siempre, con la incontenible fuerza del mar de amor,
del mar y el amor, del agua y el fuego,
para romper la distancia y derribar los anchos muros del silencio.

Cantarás, cantaremos a la libertad, a César Vallejo...
y un numerosísimo coro de campesinos, pastores y leñeros,
de alumnos y maestros, de jóvenes y viejos,
entonarán tus melodías y darán vida a tus versos.

Algunos viejos árboles que plantamos ya murieron:
¡Acabaron con ellos las continuas, duras heladas de tanto invierno!
¡Aún nos queda, José Antonio, el jardín de la memoria y de los sueños!

 

Antonio Pérez Morte

(Incluido en  "José Antonio Labordeta creación, compromiso, memoria  Rolde/ Sgae, Zaragoza 2008 )

 

 

 

Déjame mirar

Déjame mirar

Déjame mirar
a través de tus ojos
un poco más:
¡Todavía soy aquel adolescente!

A José Antonio Rey del Corral

A  José Antonio Rey del Corral

No puedo dormir en esta noche.
Entretejo las horas con palabras,
abrigándome en silencio con las voces
que compartieron conmigo la esperanza.

Es tarde como siempre. Siempre tarde.
Y de noche como cada madrugada,
la historia nos golpea con errores
repetidos por ética y constancia.

Es tarde, de nuevo. Siempre tarde.
No queda tiempo, apenas para nada.
Los días, disparados como balas,
atraviesan afilados, nuestros sueños.

Cansados de vivir en el trapecio,
columpiados del abismo a la nostalgia,
perdimos el vértigo y el miedo
y caímos a una red desmemoriada.

No pudimos dormir en esa noche,
sin recuerdos, sin proyectos, sin mañana,
y seguimos despiertos, resistiendo,
esperando como siempre la alborada.

Antonio PÉREZ MORTE
"Del poemario inédito Escombros, 1978-2008"

Para Ángel Guinda

Padre: Ya eres yo.

(Sabiñánigo, 22 de Junio de 2005)

La verdadera batalla

La verdadera batalla

Marchamos desnudos
sin escudos ni balas,
sin uniforme ni gorra,
trinchas ni anagramas,
cuando se hizo la hora
de la verdadera batalla.

Luchamos todos
por encontrar la palabra
que limpiara de dudas
heridas que aún sangran.

¡Anduvimos juntos
durante tanto tiempo,
que hoy que estáis lejos,
el recuerdo no basta!

(Del poemario inédito De puño y letra, 1974-1991)

Para José Luis Lasala

Para José Luis Lasala

Cruza el campo un hombre con mochila.
Cargazón de vida cotidiana en armonía:
Un pedazo de esperanza.
El columpio de Sabina.
El rosado color de la cazalla.
¡El vino compartido que nos brindas!

El lienzo abierto cual ventana
asomada al entorno,
por donde andas
buscando paz, mares en calma:
vaso-brazos que abrazan
en las charlas con bourbon
y alguna nostalgia.

Espejos-reflejos de amistad,
que nos sacan del túnel oscuro
haciendo la rata.

Cruza el campo un hombre con mochila.
Cargazón de vida cotidiana en armonía,
de vida diluyéndose en la vida.

(Antonio PÉREZ MORTE / Del poemario "De puño y letra" 1974-1991)

BUSCO UNA PALABRA

BUSCO UNA PALABRA

Busco una palabra que sostenga esta ruina.
Una palabra oculta entre silencio y tráfago.
No sé cómo comienza. Termina como todo.
No la encuentro.
Quizá coló por el forro roto de la vida
al saco donde van tantas cosas inmutables,
necesarias, hondas, perdidas para siempre.
No me acostumbro a vivir de esta manera,
a registrar como loco mi cercenado vocabulario
en búsqueda absurda
de una palabra innombrable.
Por rincones oscuros siento que respira,
que late callada como enfermedad secreta,
lenta como la tristeza.
Siento que respira, presiento que descansa,
fragmentada como un puzzle
de letras decoloradas, rojas como una herida.

(Publicado en el nº 15 de "Almiar" y en el nº 29 de "El Grito")

Ilustración: José Luis Lasala

Entúrbiase (Antonio Pérez Morte)

Entúrbiase   (Antonio Pérez Morte)

Entúrbiase la marea en mi cabeza
a trece le-n-guas de distancia,
en plena muerte cotidiana
y van naufragando los barcos
que en mí navegan.
mis pensamientos-poema
abandonados.

Quiero dar cauce a este desencanto
a este viento amargo que me invade...
Quiero que me arrastre poco a poco, despacio,
alma llena, vacías manos...

Antonio Pérez Morte

(De Un paso más, Cagisa,  Zaragoza 1981)

Mantenerse fiel...

Mantenerse fiel...

Mantenerse fiel a una idea, por convicción, no tiene ningún merito. Sin ella, menos.

Antonio Pérez Morte

Si pudiera (Antonio Pérez Morte)

Si pudiera   (Antonio Pérez Morte)

                                   Para Jesús Javier Calvo Arribas

Si pudiera hablarte solamente
como hice ayer, mientras la vida
en fonemas absurdos se perdía
camino de dos mundos diferentes:

hablaría pensándolo dos veces
tratando de entender cada desdicha,
apagando las sombras encendidas
encendiendo las luces de la suerte,

pero se hizo tarde, tú lo sabes,
y el peso terrible del silencio
encalló el discurso de la nave

que viajaba por aguas cenagosas,
y ahora soy el marino muerto
de mi verso, mecido por las olas.

Antonio Pérez Morte

Vivir era difícil

Vivir era difícil

No sabíamos que vivir era difícil.
¡Tan difícil!
Vinimos sin presente bajo el brazo y sin manual:
Siempre lo he buscado,
pues nadie nos advirtió que crecer dolía,
que echaríamos los dientes, la mala baba, antes de dar un paso.
Nadie.

Nadie nos dijo que andaríamos a gatas
y dando tumbos buscaríamos a golpes el camino,
nuestro camino.
Nadie nos lo dijo:
Que nos haríamos hombres y mujeres siendo niños.
Que nos crecerían pelos, dudas y vergüenzas,
y nos llenaríamos de incomprensión y granos.

Aprendimos solos, a escondidas,
a dejarnos seducir por la utopía,
a buscar la luz a oscuras, tras muros abandonados,
donde leer a Alberti o masturbarnos.
Allí acudimos con una mirada nueva
y una voz recien estrenada. Nada.

Nada ni nadie nos advirtió del peligro
de tanta esperanza.
De nada hubiese servido por otra parte:
Amaba tanto a mi sueño como a aquellas
camisas, blancas y negras,
de tirilla o cuello Mao. No.

No sabíamos que vivir era difícil:
Ver pasar el tiempo tan deprisa como un orgasmo.
Sentirse acosado siempre, por los eternos perros del amo.
Con distintos collares, siempre los mismos.

Huimos, escapamos, pero nunca de lo que fuimos.
Si como dijo Raimon "uno es en cierto modo,
todas las cosas por las que ha pasado",
yo soy aquel niño muerto del que hablaba Calders,
soy un hijo maldito del franquismo, un hombre tarado.

¡No sabía que vivir era difícil!
¡Tan difícil!

Antonio PÉREZ MORTE

(Poema publicado en el nº 93 de la revista "El Grito" de Editorial Celya
)

He estado toda la noche con mi padre (Antonio Pérez Morte)

He estado toda la noche con mi padre (Antonio Pérez Morte)

He estado toda la noche con mi padre:
Se durmió hace ocho años
y esta madrugada ha despertado
mientras yo dormía.

Por la mañana al despegar los ojos,
sin saber muy bien por qué
me he reído como él, sí,
como cuando abría los suyos,
achicados y encendidos
tras una breve cabezada.

He estado toda la noche con mi padre,
ya lo he dicho:   No sé por qué.
Era todo tan real, tan auténtico,
que hoy quiero celebrarlo
durante todo el día con mis hijos.

Antonio Pérez Morte    19-3-2009